Durante la Pandemia no descuides tu corazón

Los especialistas recomiendan no descuidar la salud cardiovascular y continuar con los controles, para prevenir complicaciones fatales o invalidantes.

-¿Por qué hay que cuidar el corazón?

A pesar de la pandemia que estamos cursando, que es un problema sanitario grave, no debemos olvidar que la primera causa de muerte en el mundo y nuestra región siguen siendo las enfermedades cardiovasculares. El infarto, la insuficiencia cardíaca y el ACV se llevan la mayor cantidad de vidas en promedio.

-¿Qué comportamiento cambió en la actualidad?

Lamentablemente, estamos viendo que muchas personas dejan de atender su corazón por miedo al coronavirus. Pacientes que vienen en tratamiento preventivo para no enfermarse, abandonan la medicación, descuidan la alimentación o dejan de hacer ejercicio. Ello sumado a la depresión que genera el encierro y la crisis económica que trae aparejada la cuarentena, provoca una situación de alto riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares. Es por ello que intentamos inculcar en la población que no olviden que tienen que cuidar su corazón y prevenir las complicaciones fatales o invalidantes de esta enfermedad.

-¿Se conocen las consecuencias que está teniendo la salud cardiovascular durante la pandemia?

Todas las sociedades cardiológicas científicas a nivel mundial han publicado comunicados y estadísticas donde se observa que durante el paso de la pandemia la mortalidad cardiovascular ha aumentado. El coronavirus ataca más agresivamente a gente debilitada, y quienes ya sufren problemas en el corazón son personas de alto riesgo. Por ello es muy importante que se controlen, ya que si llegan a infectarse, peor les va a ir cuanto peor sea su estado cardiovascular. Cuanto más descompensado esté el paciente más vulnerable va a estar.

Por otro lado, el coronavirus también daña el corazón en forma directa.

-¿Cómo lo afecta?

El gran estado inflamotorio producido por el virus afecta al corazón produciendo miocarditis, pericarditis y también efectos sobre la coagulación, aumenta la frecuencia de infarto y ACV en pacientes infectados.

La salud cardiovascular tiene un impacto muy significativo durante la pandemia, tanto por los que se descuidan como por los que se enferman, que también tienen mayor riesgo.

-¿Qué ocurre con las emergencias?

Es otro de los problemas serios que se observan en este tiempo. Personas que se encuentran en una situación de urgencia y no consultan por miedo al contagio en la institución médica. Ello hace que se minimicen los síntomas. Cuando se tiene dolor de pecho o síntomas compatibles con ACV, son situaciones que ameritan una consulta urgente. Lamentablemente mucha gente aguarda en su domicilio, no consulta y en ese tipo de enfermedades el tiempo es oro. Cuando aumenta la demora la enfermedad se lleva vidas. Ese retraso por miedo al COVID ha llevado a que, paradójicamente, se atiendan menos infartos, pero no porque haya menos sino porque en la mayoría de los casos el paciente se queda en su casa a cursar su infarto. Por otro lado, también se ha demostrado que los pacientes que llegan con un infarto ingresan más tardíamente, por ello la mortalidad hospitalaria de quienes llegan con un infarto ha aumentado. Justamente por este retraso en la consulta.

-¿Qué mensaje quisiera dejar a los pacientes en el marco del día mundial del corazón?

El mensaje es no descuidar la mayor amenaza que tenemos a nuestra salud que son las enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades no solo amenazan la vida, un paciente que sobrevive a un infarto o ACV, puede quedar severamente discapacitado. Se ha avanzado muchísimo tanto en prevención como en tratamiento de estas enfermedades. Los resultados son cada vez más satisfactorios. Por eso, recomiendo consultar rápidamente cuando tengan síntomas, no abandonar controles ni tratamientos para aquellos que ya se conocían enfermos y, para aquellos que estén dentro de la población de riesgo (después de los 40 años y con factores de riesgo asociados como diabetes, tabaquismo, hipertensión, aumento del colesterol, obesidad o sedentarismo), consultar preventivamente a un profesional para no llegar a una situación de enfermedad.

Nuestro corazón jamás descansa. Durante la pandemia, las enfermedades cardiovasculares tampoco lo hacen y representan una amenaza aún mayor. No lo dejemos solo.