Tratamiento de Miomas Uterinos

La técnica de embolización permite reducir los fibromas o tumores benignos, con un riesgo muy bajo, preservando el útero y su función reproductiva

Los miomas uterinos, popularmente conocidos como fibromas, son tumores benignos que crecen dentro del músculo del útero. Su tamaño es variable y puede ir de pocos milímetros hasta varios centímetros, dependiendo su  crecimiento de la actividad de las hormonas femeninas que llegan con el aporte sanguíneo. Se encuentran presentes  en un porcentaje que va del  20 al  50 por ciento de las mujeres mayores de 30 años, y pueden constituirse en una de las causas de infertilidad, abortos espontáneos y partos prematuros. 

Los miomas se alimentan de estrógenos, que son las hormonas producidas por los ovarios. Aún no se ha descubierto si las causas que favorecen su aparición son genéticas o hereditarias. Gran parte de ellos no presentan síntomas y no es necesario tratarlos. 

En este artículo, nos enfocaremos en los miomas que sí presentan síntomas, los cuales dependen del tamaño, la localización y el número de los mismos. Estos pueden ser: 

• Menstruaciones fuertes y prolongadas y/o sangrados adicionales, a veces liberándose coágulos de sangre que con frecuencia causan anemia y alteran la vida normal de las mujeres.
• Sensación de peso y presión a nivel pélvico.
• Dolor y molestias en la pelvis.
• Dolor en la espalda y las piernas.
• Dolor durante el acto sexual.
• Sensación constante de necesidad de orinar debido a la presión que el mioma ejerce sobre la vejiga.
• Estreñimiento y gases debidos a la presión del mioma sobre el intestino grueso y el recto.
• Aumento anormal del diámetro abdominal.

Cuando estos síntomas aparecen, la terapia con fármacos es, a menudo, el primer paso en el tratamiento de los miomas. Otros tratamientos son la miomectomía y la histerectomía, que son técnicas quirúrgicas y por lo tanto altamente invasivas, ya que en la primera es necesario abrir el abdomen y extraer los miomas, y en la otra, extirpar el útero por completo.

Para el tratamiento de los miomas, existe otro tipo de procedimiento menos invasivo que se efectúa  por vía endovascular y se denomina embolización de miomas.

¿Cómo es la  técnica de embolización de miomas?

Esta técnica es llevada a cabo por cardiólogos intervencionistas  y requiere la utilización de un equipo de fluoroscopía. Se efectúa utilizando anestesia local en la región inguinal y sedación. Se practica una incisión pequeña en esta región y se inserta un catéter angiográfico en la arteria femoral.

Con la utilización de fluoroscopía, se guía el progreso del catéter o micro catéteres hasta llegar a las arterias uterinas o cerca de los fibromas, inyectándose entonces unas diminutas esferas plásticas de alcohol polivinílico de un tamaño de aproximadamente 500 micrones, similares a granos de arena. Las partículas se depositan en las pequeñas ramificaciones de la arteria uterina, que provee sangre a los fibromas. Dichas partículas bloquean las pequeñas arteriolas uterinas, causando lo que se denomina necrosis isquémica: una vez interrumpido el aporte sanguíneo, los miomas comienzan a reducir su tamaño.

El miometrio sano no es afectado por el procedimiento, gracias a la circulación colateral que se desarrolla. La inyección se debe hacer en forma cuidadosa, para evitar que las partículas sean llevadas a otras partes del cuerpo. El procedimiento se repite en la arteria que provee sangre al otro lado del útero. Se retira el catéter y se comprime manualmente el sitio de ingreso.

Las pacientes se quedan internadas en el centro asistencial en sala general de dos a tres días. 

Un procedimiento de bajo riesgo y altos beneficios 

En relación al riesgo del procedimiento, teniendo en cuenta que toda intervención médica  lo lleva implícito, en el caso de la embolización uterina es bajo y puede manejarse médicamente.

En contraposición a los riesgos, los beneficios son notables, ya que la conservación del útero es vital para la maternidad por su función reproductiva. Es un órgano principal en la función neuroendocrina del cerebro y actúa como receptor hormonal. El 90% de las mujeres con miomas tratados con embolización uterina manifiestan una reducción significativa o eliminación total de los síntomas causados por los miomas.

La embolización uterina no requiere anestesia general ni transfusiones y no se necesita incisión quirúrgica: sólo un pequeño corte en la piel que no necesita suturas para cerrarse. Las pacientes por lo general pueden reanudar sus actividades normales mucho antes, en relación al período de recuperación que se requiere luego de una cirugía convencional.

Este procedimiento se lleva a cabo en el Servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en los centros de la ciudad de Rosario donde  opera la organización médica Hemodinamia Rosario SRL, a cargo de un equipo de médicos radiólogos y cardiólogos intervencionistas, apoyado por un grupo interdisciplinario compuesto por médicos ginecólogos y médicos clínicos.

Para mayor información: www.hemodinamiarosario.com.ar