¿Cómo romper con la rutina?

Cada persona necesita que la vida los empuje de vez en cuando a salir de la pasividad, de la apatía, para tomar decisiones estimulantes y emprender actividades nuevas

El retiro laboral es para algunos un horizonte incierto. ¿Qué hacer con el tiempo libre? Es la pregunta del millón. La mayoría se sienten fuertes y útiles, pero a veces no tienen claro cómo continuar ese nuevo  e inexplorado camino.  En general, quienes consultan son personas con una arraigada conciencia de trabajo, tan entregados a sus responsabilidades que muy pocas veces se dan un descanso sea la actividad que sea. Es seguro que algún descanso se conceden, pero fugazmente por sus cargadas agendas. 

No pocos piensan que el esparcimiento es tiempo robado al trabajo, que los aparta de la entrega total; su pasión no debe ser olvidada ni siquiera temporalmente, incluso están los que se llevan trabajo a su casa y también en vacaciones. Así se encierran en un mundo estrecho, en una rutina ciega que incluso los lleva a compartir a medias con su familia. 

Cuando llega el retiro jubilatorio se suelen encontrar perdidos. Un hombre muy activo, me dijo, “tengo muy poco tiempo para leer o informarme, apenas una mirada al diario y a la computadora”.  Le recomendé un libro, pensé que sería de su interés; leyó unas pocas páginas, “tengo tanto que hacer que no pude continuar leyéndolo”, me confesó. Cuando él esté retirado, es probable que intente leer un buen libro para saborearlo con tranquilidad, pero como ha perdido el hábito de leer es probable que recorra distraído algunas páginas y no pueda enfrascarse en la lectura. 

El mundo que nos rodea no se detiene nunca; los adultos con capacidad creativa, son como un camaleón, aceptan el cambio como parte del hecho de estar vivos 

¿Falta de hábito? Es una conclusión simplista; el problema es mucho más profundo: se trata de una actitud ante la vida. Lectura, Internet, no son actividades exclusivas de los intelectuales, es una apertura hacia el mundo, hacia la diversidad rica e inagotable de la vida. “Un buen libro puede elevar la condición humana”, dijo Jorge Luis Borges. Hay personas que al enfrascarse tanto en su trabajo han perdido contacto con sus pensamientos y sentimientos más profundos como también con otros temas de interés; son estas cosas las que nos estimulan en nuestra evolución personal. Por ausencia de una iniciación temprana, muchos tesoros permanecen ajenos y extraños para una parte de los que comienzan a envejecer.

Una mujer ve acercarse su retiro laboral; se ha dedicado de lleno a su profesión apartándola  de toda otra actividad que no fuera su trabajo. Su único “escape” -así lo calificó ella- era realizar largas caminatas por las sierras; “ahora no estoy para eso, ni tengo quien me acompañe”. Una cosa queda clara: ha perdido conciencia de sus verdaderos gustos por tanto tiempo dejados a un costado. Un ejemplo opuesto es el de un hombre, quien aumenta el número de días de vacaciones. Con su mujer,  compañera incondicional, realiza largos viajes en carpa, “es una especie de entrenamiento para cuando llegue mi retiro”, me dijo. Sus responsabilidades las deja en manos de colaboradores confiables y eficientes. Sabe delegar. Este hombre se aparta de la rutina,  ese camino  gris, trillado que a otros ha quitado sus ansias de disfrutar y los atasca en su desarrollo personal. 

Bien sabemos que hay quienes se comportan como si fueran irremplazables hasta el momento de su retiro e incluso después de él. Una esposa me consultó muy preocupada porque su marido se jubiló  y pasa largas horas sentado mirando televisión; “se ha vuelto quejoso y malhumorado”.  A mis consultantes suelo darle una tarjeta ayuda-memoria que dice: “¿Qué esperás?, un día serás viejo, te verás sentado frente al televisor y te darás cuenta que tus sueños no se realizaron; ¿qué esperás?”. El mundo que nos rodea no se detiene nunca; los adultos con capacidad creativa, son como un camaleón, aceptan el cambio como parte del hecho de estar vivos y lo utilizan  de modo tal para que sus vidas sean aún más enriquecedoras. Informate cuanto puedas. 

Existen esclarecedores artículos que hablan de los avances científicos  en relación con las funciones cerebrales. Ante nosotros se abre un apasionante  camino inexplorado; las neurociencias nos orientan, hacen de “gps”. Las Técnicas de Integración Cerebral pueden estimular lo mejor de nosotros. Actualmente se habla mucho del distrés producido por una rígida y repetitiva rutina que provoca efectos dañinos sobre la mente, las emociones y el cuerpo. ¿Soportar años de gris rutina sumergido en el tedio y la apatía en lugar de propiciar nuevas experiencias y disfrutar? No permitas que ése sea el destino que te espera en tu retiro. Hacé todo lo bueno que esté a tu alcance para evitarlo. Nuestro yo, cualquiera sea la edad, no le gusta que lo desvalorisen, se resiste, desea vivir con decoro y dignidad. 

Mi mejor deseo para cada persona es que la vida los empuje de vez en cuando a salir de la pasividad, de la apatía, para tomar decisiones estimulantes y emprender actividades nuevas. El tiempo libre debería ser considerado una riqueza social. En la vida adulta, una conciencia clara, constructiva y entusiastaes lo que siempre verdaderamente cuenta.