Estrategias Creativas.
Sandra Mugas - Coach Ontológico Profesional
¿Cómo construir nuestro futuro de forma innovadora para lograr mejores resultados?
Un mundo ordenado y predecible, organizaciones estables, eventos usuales, personas inmutables y un futuro que promete responder a la copia fiel del presente, componen una perspectiva posible, “obra inmortalizada en lienzo” y, como tal, destinada a la contemplación pasiva.
En cambio, los eventos inusuales, la complejidad reinante y la innovación que priman en la construcción de futuros, requieren de una perspectiva creativa. Aunque las organizaciones, es decir, los individuos que la integran, continúan aplicando procedimientos pertinentes a los modelos que constituyen su marco de referencia en contextos del pasado. En consecuencia, las decisiones tomadas en el presente, productivas en una temporalidad anterior y diferente, ahora recortan realidades o no alcanzan los resultados deseados.
¿De qué manera reformular estos modelos enraizados? ¿De qué manera actualizar las prácticas en estos nuevos contextos?
La construcción de futuros observando el cambio como constante implica la exploración de procedimientos para acceder a los mismos actuando desde las circunstancias del presente enfocados en el compromiso. Una de las herramientas ontológicas más poderosas para abrir espacios e identificar las nuevas posibilidades de acción y el proceso por el cual optar es la “pregunta”. Estamos tan acostumbrados a buscar la respuesta correcta en función de los emergentes circunstanciales que adormecimos la habilidad y el ejercicio de preguntar innata en el ser humano desde el nacimiento.
Si recordáramos que los conocimientos que poseemos sobre nuestro mundo y las acciones, eficaces o no, derivadas de tales saberes surgieron como contrapartida a un interrogante hubiésemos naturalizado, quizás, esta capacidad de interpelar nuestro mundo. La utilidad del conocimiento adquirido y la eficacia de nuestras decisiones dependerán de la calidad de las preguntas que nos formulemos. ¿Qué cuestionamientos estamos silenciando que de hacerlos cambiarían la situación presente? ¿Para qué no hacerlos?
Examinar los supuestos es el primer paso a la innovación, esencial para superar los límites paradigmáticos que subyacen en todas las organizaciones e individuos. Generar nuevas alternativas de acción, distinguir recursos que antes no veíamos, crear estrategias para transformar esa realidad organizacional o personal. Las preguntas poderosas provocan en quien las responde un aprendizaje reflexivo sobre la experiencia cotidiana. Aportan nuevos recursos en la gestión de la realidad.
¿Cuáles son las organizaciones innovadoras?
El hoy que las personas u organizaciones vivencian es la concreción más o menos planificada de futuro de “otros” en el pasado. Pensemos en lo sencillo que hubiese sido continuar la dependencia colonial, por ejemplo, sin alterar la tranquilidad social, adormecer los proyectos individuales y colectivos. ¿Cuál habrá sido la pregunta que motivó a esos hombres y mujeres del siglo XIX? Ese poderoso cuestionamiento se extendió más allá del lugar donde comenzó para ejecutar tal empresa histórica. Generó una ola de cambios movilizando los supuestos, desafiando a las circunstancias, abrazando un compromiso de transformación social.
¿Qué preguntas no se formulan las organizaciones actuales para remover sus barreras? ¿En qué se observan adheridos a las respuestas correctas? Como dijo Einstein: “Los problemas que tenemos no pueden ser resueltos en el mismo nivel de pensamiento que los ha creado a ellos”. ¿En qué nivel se encuentran sus preguntas? ¿Buscan sostener más de lo mismo o están enfocados en la innovación? ¿Qué tipo de conversaciones establecen sus líderes? El planteo de preguntas no sólo es relevante para observar los supuestos organizacionales, sino también en la creación de posibilidades. El impacto de las preguntas mantiene viva la innovación.