El Caso Cianciana ¿Cómo atraer habitantes extranjeros a través de la web?
Dr. Germán Risemberg - Contador Público - Psicólogo - Doctor en Administración Coordinador del Programa de Formación en Liderazgo de INADEE
Un cambio de vida por 30 mil euros
El motivo originario de mi viaje a Cianciana (Sicilia) fue conocer las tierras natales de Antonino, mi abuelo materno.
Una vez en el lugar pude disfrutar de sus bellísimos paisajes naturales y de sus fascinantes iglesias, palacios y monumentos históricos. La Torre dell’ Orollogio, la Chiesa Madre, el Palazzo Joppolo y el Monumento ai Caduti, entre tantos otros.
Sin embargo, en medio de tal regocijo no pude dejar pasar la oportunidad de consustanciarme con un atractivo relato que llegó a mis oídos y que considero de gran interés para todos aquellos que se encuentran ligados al mundo de las organizaciones empresariales.
Recostada sobre una colina de 390 metros de altitud en el Valle del Rio Platani y rodeada de los Montes Sicani, que la protegen de los fríos vientos invernales, se halla Cianciana, comuna agrigentina situada a 25 km del mar y de agradable clima mediterraneo.
De orígenes antíquisimos y conquistada sucesivamente por griegos, romanos, árabes y normandos, entre otros pueblos, lleva consigo en todos sus rincones las marcas de la influencia que le dejaron cada una de dichas civilizaciones.
Sobre mitades del siglo XIX la ciudad pasa de tener un perfil eminentemente agrícola a uno industrial, ya que en la zona se produce el descubrimiento de ricos yacimientos de azufre. Pobladores de todos los puntos de Sicilia llegan a Cianciana para trabajar en las minas. Pasa así de contar con 4.000 habitantes a alcanzar en 1961 los 8.000, incluso los 10.000 según las afirmaciones de algunos.
Llega de esta manera el progreso de la mano del establecimiento de la escuela, de la oficina postal, de ramales ferroviarios y del agua potable. La contracara del proceso la constituye el sufrimiento degli zolfatari, los trabajadores de las minas de azufre que debían soportar duras horas de faena a 200 metros de profundidad padeciendo humedad, gases tóxicos y derrumbes.
En 1962 se produce el cierre definitivo de la explotación minera con el consiguiente inicio del flujo emigratorio hacia el centro y norte de Italia y tambien hacia el exterior del pais. En los 10 años posteriores la caída poblacional es de cerca de 3000 habitantes.
Tal como acontece en todo el sur italiano el éxodo continúa año tras año arribando Cianciana en los comienzos del nuevo milenio a la cantidad de 3500 pobladores.
Dicha merma, no obstante, pudo frenarse en considerable proporción gracias a la llegada de individuos y grupos familiares extranjeros que adquirieron propiedades en el bello “paese” del suroeste siciliano.
El caso es que en la actualidad de sus 3500 habitantes un 10% son de origen foráneo. Cerca de 150 familias provenientes de 15 naciones distintas se han radicado en Cianciana luego de haber comprado una vivienda. Ingleses y franceses, pero también canadienses, estadounidenses, rusos, polacos y personas provenientes de los paises nórdicos.
Un cambio de vida por 30 mil euros
¿Cómo fue esto posible? Entre 2002 y 2005 el sitio web de una agencia inmobiliaria local, My House, ganó gran visibilidad en Internet llamando la atención de numerosos inversores internacionales. Con 20.000 o 30.000 euro es posible comprar una casa deshabitada y con 10.000 euros más reestructurarla. Cifra en absoluto inaccesible para muchas personas oriundas de los citados paises.
La mencionada agencia de inmuebles ha dispuesto en su página un verdadero álbum de clientes que incluye fotografias de las felices personas que han adquirido una vecchia casa dell’ ottocento con el fin de dejarla a punto y habitarla.
¿Qué fue lo que los atrajo, además de los precios convenientes?
- Los fascinantes paisajes que despliegan una sucesión constante de valles y colinas.
- Las bondades el clima mediterráneo (recordar que muchos de ellos en sus lugares de origen padecían inviernos realmente crudos).
- La cercanía del mar Mediterráneo con sus hermosas playas.
- La naturaleza incontaminada del ambiente.
- El tranquilo ritmo reinante (se habla de una “lentezza della vita”)
- Los sabores genuinos de sus comidas tradicionales.
- La receptividad de su gente, siempre abierta y hospitalaria.
Numerosos artistas, actores y escritores se hallan entre los recién llegados.
Su Sindaco, Santo Alfano, ha resaltado que il Comune dispone de heli-socorro, de ambulancia y médico las 24 horas, de calles limpias con una recogida diaria de basura diferenciada y que carece de inconvenientes hídricos. Y con el fin de integrar a los nuevos habitantes ha dado instrucción a la citada agencia y a otras inmobiliarias, que no tardaron en instalarse, que le presenten personalmente a todos aquellos que acaban de comprar una vivienda.
Como lo dice su Secretario de Cultura, Paolo Sanzeri, hoy en el bar y en el supermercado, aparte de italiano y de dialecto siciliano, también se habla inglés en Cianciana:
- Vuoi vivere a Cianciana?
- Yes!