Previsión y Prevención en la Post Pandemia
Dr. Edgardo N. De Vincenzi* Rector Emérito de la Universidad Abierta Interamericana (UAI)
Debemos superar el debate “salud o economía”, para entender que el principal desafío es encontrar la resiliencia y la creatividad para salir de la crisis
Las crisis sanitaria y económica desatada a nivel mundial producto del avance del COVID-19, puso en jaque muchas de las verdades y formas de vivir instaladas. No en vano se llamó “nueva normalidad” a lo que asistimos desde 2020.
Y más allá del lamento que implica la pérdida de vidas reportadas diariamente, un panorama aún más sombrío se ve a futuro debido a la caída de la economía y la incertidumbre educativa. Según el informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial, hubo una drástica contracción de la economía en un 5,2 % en 2020, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Esto también representa una amenaza para la educación global.
Los efectos son más marcados en los países menos desarrollados. Para ejemplo, basta decir que el producto bruto interno (PIB) en la Unión Europea (UE) se desplomó un 6,4 % y un 6,8 % en la eurozona, según los datos preliminares publicados por la agencia Eurostat. Y se sabe que en América Latina los números son aún peores. En la Argentina, particularmente, la pandemia pegó de múltiples formas que aún duelen. Según el INDEC, en el tercer trimestre del 2020 la caída fue del 10.5%
Ante este panorama: ¿Cómo se piensa salir? Creo que en lo que refiere a la educación, lo mejor es pensar firmemente en pedagogías que, además de habilidades y competencias relacionadas a la comunicación, el arte, la ciudadanía responsable, el cuidado de sí mismo, el aprendizaje autónomo y desarrollo creativo, el pensamiento crítico, la resiliencia, etc., desarrollen las habilidades para hacer frente a las situaciones imprevistas.
Esto, a través de la previsión y la prevención. Primero la previsión para encausar y lograr encontrar las herramientas que devengan en esa capitalización de la prevención, algo fundamental para poder afrontar las próximas crisis y desafíos.
Aquí está el panorama desafiante que enfrentan aquellos que toman las decisiones del rumbo: los políticos. Todos somos protagonistas de cambios y adaptaciones impensados en educación, cultura, salud, turismo, trabajo y producción, política, etc. Debemos ya superar el debate instalado en la falsa dicotomía entre “salud o economía”, para entender que el principal desafío ante la crisis que vivimos es encontrar la resiliencia y la creatividad para salir de la misma.
Hoy más que nunca, y en lo referente a educación, se debe poner el foco en formar “Ciudadanos del Mundo”. No sólo con habilidades y competencias para adaptarse a escenarios previsibles, planificados, sino a los impensados y excepcionales como el impuesto. Hay que enriquecer a las futuras generaciones. El COVID-19 ha venido a enseñarnos que, de aquí en más, ser un “Ciudadano del Mundo” dotado de la capacidad de anticiparse a lo imprevisto, será la condición para resistir y no quedar excluido.
No se puede seguir con las pedagogías existentes, porque el mundo requiere transformarlas, ya que se avecinan cambios altamente significativos que demandarán a los estudiantes nuevas habilidades y competencias.