Depilación permanente o a largo plazo
Dra. Valeria Pussetto – Médica Dermatóloga GO Medicina Estética
Un tratamiento seguro que es el más solicitado tanto por hombres como mujeres a la hora de realizar una consulta estética
La presencia de pelo no deseado, ya sea por una condición patológica o no, se considera un problema para muchos individuos, generando un impacto social y cultural de gran significado. Los métodos tradicionales de depilación, como el rasurado, la cera, las cremas y la electrólisis continúan siendo insatisfactorios a largo plazo, además de ser dolorosos y poco efectivos.
Esto ha motivado la búsqueda de nuevas técnicas de depilación más efectivas. Así, en las últimas décadas, se han desarrollado métodos basados en el uso de diferentes láseres y fuentes de luz rápidos, no invasivos, menos dolorosos y que ofrecen resultados satisfactorios a largo plazo, con menos efectos adversos. De hecho, en la actualidad, la fotodepilación constituye el tratamiento estético no invasivo más demandado del mundo.
Los láseres más utilizados para esta aplicación y que han demostrado su eficacia y seguridad incluyen láseres con una longitud de onda entre el rojo y cercano al infrarrojo, entre los cuales se destacan:
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Láser Rubí (694nm)
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Láser Alexandrita (755nm)
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Láser Diodo (800-810nm)
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Láser ND-YAG (1064)
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IPL (Luz Pulsada Intensa, 590-1200nm).
Cualquiera de ellos se incluye en la fotodepilación, ya que todos se basan en el mismo principio: la fototermólisis selectiva.
La fototermólisis selectiva consiste en la destrucción selectiva del folículo piloso sin dañar otras estructuras de la piel. La energía láser es absorbida por la melanina de los folículos pilosos, donde produce un efecto fototérmico al generar una temperatura suficientemente alta para producir un daño irreversible en las estructuras foliculares.
El término depilación definitiva implica la eliminación permanente del 100 % del pelo de la zona tratada. Sin embargo, con la tecnología disponible actualmente, no es posible lograr dicho objetivo. Por eso, se prefiere utilizar el concepto de depilación a largo plazo o semipermanente; que, según la Food and Drug Administration (FDA), consiste en una disminución del número de pelos terminales estable en el tiempo.
La luz pulsada intensa (IPL) es efectiva, aunque es menos selectiva, por lo que puede producir mayor irritación de la piel; suele requerir un mayor número de sesiones y depende de la experiencia del operador. El láser (Diodo, Alexandrita) es muy eficaz y más selectivo.
El folículo piloso puede tener dos tipos de pelo: el velloso, que cubre la mayor parte del cuerpo y el terminal, que se encuentra en el cuero cabelludo y, en los adultos por acción hormonal, en la cara, axilas y genitales. Para que el láser sea efectivo, se debe aplicar durante la fase de crecimiento del pelo (fase anágena); por lo que durante el tratamiento y, por lo menos, 6 semanas antes de comenzarlo, no se deben utilizar métodos depilatorios que arranquen por completo al pelo. Se recomienda el afeitado, el uso de cremas depilatorias o el blanqueamiento de los pelos.
¿Qué determina la efectividad del tratamiento?
Los resultados de la depilación permanente dependen de varios factores:
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el equipo y los parámetros utilizados
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el número de sesiones
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la experiencia del operador
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el área tratada
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el color de la piel
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el color, grosor y densidad del pelo
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la edad y la presencia de alteraciones hormonales, entre otros.
No se conoce con exactitud el tiempo ni el número exacto de sesiones necesarias. Se considera que el porcentaje de pelo que se pierde en cada sesión es del 20-30%, lo que sugiere la necesidad de varias sesiones. La reducción significativa se logra entre 5 a 7 sesiones con intervalos de 1 a 3 meses; evidenciándose no sólo la reducción del número de pelos, si no también un afinamiento, un crecimiento más lento y el recrecimiento de pelo más claro.
RECOMENDACIONES Y CONTRAINDICACIONES
La depilación con láser y fuentes de luz se considera un procedimiento, además de eficaz, seguro y con mínimos efectos adversos. Puede aplicarse tanto en niños como en adultos y de manera indistinta y simultánea en cualquier área del cuerpo. Sin embargo, siempre debe ser realizada por un profesional calificado.
No es cancerígena. Si bien no hay evidencia de teratogenicidad, no se recomienda en mujeres embarazadas.
Debido a que la retina contiene melanina, la cual puede ser dañada por el láser, deberán usar protección ocular tanto el paciente como el operador.
La mayoría de los efectos adversos son transitorios. Los más comunes son el dolor durante el tratamiento y el eritema o edema perifolicular posteriores al mismo, que suelen resolver en 1 a 5 días. Otros menos frecuentes incluyen: vesículas, costras, cambios pigmentarios, cicatrices; que generalmente ocurren en pieles muy oscuras o bronceadas. Sin embargo, los equipos modernos altamente selectivos y con sistemas de enfriamiento, han permitido minimizar el riesgo de estos últimos.
Existen algunas contraindicaciones para la fotodepilación que incluyen: embarazo, alteraciones en la cicatrización (queloides), fotosensibilidad o medicamentos fotosensibilizantes como isotretinoína, presencia de inmunodepresión o de diabetes mal controlada.
Teniendo en cuenta dichas contraindicaciones y los posibles efectos secundarios, antes de recibir este tipo de tratamientos, es fundamental realizar la consulta con el especialista; para obtener un diagnóstico dermatológico correcto y evaluar los riesgos en cada caso. El paciente, además, debe solicitar toda esta información por escrito y firmar el consentimiento y aceptación del tratamiento.
La fotodepilación permanente ha revolucionado la forma de depilarse, transformándose en un método seguro y eficaz y es el tratamiento más solicitado tanto por hombres como mujeres a la hora de realizar una consulta estética, logrando resultados sorprendentes.