Las uñas son parte de nuestra imagen
Dra. Mariquena Corral
Dr. Sergio Ramonda
Dra. Eliana Kos
Las consultas más frecuentes se realizan por la fragilidad y el cambio de color y textura. ¿Cómo cuidarlas?
El aparato ungueal constituye un derivado epidérmico que produce una de la estructuras epiteliales más duras que se conocen en la biología de los mamíferos. Las uñas, que crecen de manera continua desde las 15 semanas de edad gestacional hasta la muerte, poseen numerosas funciones importantes, como la protección y la sensibilidad. En el caso de los seres humanos, representan además toda una simbología psicosocial y sexual.
Esto se ve reflejado en la gran atención, tiempo, energía y recursos materiales que invertimos en el cuidado, apariencia y mantenimiento de nuestras uñas, lo que se traduce en frustración, pesar y disfunción social provocados tras la pérdida o distrofia de las mismas. Es que nuestra imagen externa de bienestar personal, vitalidad y juventud, rango y actitud social, así como atractivo sexual, se halla muy ligada a nuestra apariencia física, por lo tanto, no debemos subestimar el estigma que dichos trastornos suponen para el paciente afectado.
En la atención dermatológica, las uñas constituyen una consulta muy frecuente. Tal vez, las dos inquietudes que más recibimos en el consultorio son la fragilidad ungueal en sus distintas variantes y el cambio de color y textura de la uña por diferentes causas (traumatismos, psoriasis, hongos). Ante la evidencia de cambio en el color y/o estructura de una uña, debemos solicitar un examen micológico, con su evaluación directa y posterior cultivo, para tratar de identificar qué patógeno la afecta y prescribir el tratamiento más adecuado. A veces puede ser necesaria la realización de análisis de sangre para descartar causas internas. En otras oportunidades, puede ser necesario realizar, además, una biopsia de uña para descartar otras patologías.
Son múltiples las afecciones que pueden sufrir las uñas. Una de las más comunes es la psoriasis, en la que la lámina ungueal se observa rugosa, a veces con manchas, otras con hoyuelos. También podemos observar alteraciones vasculares en el lecho ungueal presentes en caso de enfermedad hepática (cirrosis), falla cardíaca o diabetes (en este último caso suele observarse una decoloración blanca con opacidad de la uña). La depresión en forma de cuchara de la placa ungueal con frecuencia se asocia a anemia. En personas de etnia negra o asiáticos es común observar pigmentaciones estriadas o longitudinales que se ven como franjas marrones. En pacientes caucásicos se pueden ver lesiones similares correspondientes a lentigos simples y a veces a melanoma maligno (éste suele ser más común en dedo pulgar y 1° dedo de pie de personas mayores). Sin embargo, el melanoma también puede ser amelanótico, es decir sin pigmento, es por ello que cualquier lesión en las uñas debe alertarnos y motivar la consulta con el dermatólogo. Sobre todo aquellas lesiones ulceradas en dedo gordo de personas mayores que no revierten a pesar del tratamiento deben hacernos pensar en un melanoma.
Son múltiples las afecciones que pueden sufrir las uñas. Una de las más comunes es la psoriasis, en la que la lámina ungueal se observa rugosa, a veces con manchas, otras con hoyuelos.
La uña encarnada u onicocriptosis, constituye una consulta frecuente, sobre todo en pacientes jóvenes por el uso de calzado inadecuado, mal hábito en el corte de las uñas, sobrepeso, o bien, por un defecto en la estructura ósea que hace que esta patología se transforme en cuadro crónico, doloroso y muy molesto ya que dificulta la deambulación. Otra patología muy frecuente son las verrugas vulgares que afectan a la piel pero cuando se encuentran en la proximidad o por debajo de la uña son muy rebeldes al tratamiento.
A pesar de su aparente sencillez, el aparato ungueal se compone de la placa ungueal (una estructura completamente cornificada) y de 4 tejidos epiteliales muy especializados: el pliegue ungueal proximal, la matríz ungueal, el lecho ungueal y el hiponiquio. La placa ungueal es normalmente transparente y convexa y está formada por células queratinizadas (onicocitos) dispuestas en capas. También componen la placa ungueal: agua, lípidos y oligoelementos (principalmente hierro, zinc y calcio). Al contrario de lo que se cree, éste último no influye en la dureza de la uña. Un contenido de agua por debajo de niveles normales, provoca uñas quebradizas, y, si supera el 30%, aparecen unas opacas y blandas. A pesar de su dureza y, contrariamente a lo que se podría pensar, la placa ungueal es 1000 veces más permeable al agua que la piel. Por su porosidad, la placa ungueal suele hidratarse y deshidratarse con mucha rapidez.
DATOS CURIOSOS
Las uñas de los pies son más gruesas que las de las manos:
- Uñas de los pies en mujeres tienen un grosor de 1,38 mm y de 1,65 mm en hombres
- Uñas de manos 0,5 mm y 0,6 mm respectivamente
Las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies:
- Uñas de manos 2 a 3 mm por mes
- Uñas de pies 1 mm por mes
La regeneración completa de una uña demora alrededor de 6 meses en las manos y de 18 meses en los pies
FACTORES QUE REDUCEN EL CRECIMIENTO DE LAS UÑAS: la senectud, durante la noche, en el invierno, la falla renal crónica, la fiebre, la malnutrición, los hongos, ciertos medicamentos, la localización (las uñas de los pies, y en las manos de los dedos pulgar y meñique, son las que más demoran en crecer).
FACTORES QUE ACELERAN EL CRECIMIENTO DE LAS UÑAS: la juventud, durante el día, en el verano, el embarazo, el hipertiroidismo, la psoriasis, ciertos medicamentos, la localización (las uñas de los dedos de las manos crecen con mayor rapidez, sobre todo la uña del dedo medio).
Como es oportuno observar por la diversidad de patologías que pueden afectar la uña, así como aquellas variantes que forman parte del espectro normal de la anatomía y fisiología de la misma, se recomienda realizar la consulta adecuada al especialista para iniciar el tratamiento correspondiente y no establecer falsos mecanismos de curación que a veces se ofrecen de manera irresponsable en diferentes espacios.