Alternativas en el tratamiento de las hemorroides
Mario Baetti – Proctólogo – Sanatorio Mapaci
Si bien la cirugía convencional sigue siendo la opción más elegida para la cura, existen otros procedimientos que atenúan el dolor post quirúrgico.
Díficil situación se nos plantea, a los médicos en general, y a los proctólogos en particular, en el momento de tener que afrontar la decisión de operar a un paciente afectado de hemorroides. No por la complejidad de la cirugía. No se trata de eso. La cuestión pasa por convencerlo de los beneficios definitivos del procedimiento a efectuar. La historia nos condena. Pese a los repetidos y variados intentos de modificar el curso de la misma en el imaginario popular, persiste la idea de asociar cualquier tratamiento a una tortura medieval.
Estadísticas confiables consignan que aproximadamente un 10 % de las personas que consultan por hemorroides deciden resolver definitivamente su patología. Sería necio mirar, desde la óptica de la medicina, únicamente del otro lado del mostrador. Se trata de un área del cuerpo humano con alta sensibilidad desde lo anatómico y, dato no menor, desde lo social.
La cirugía resectiva, conocida como convencional o común en la jerga popular, sigue ocupando un rol importante en la curación de esta enfermedad. A pesar de los cambios en el manejo pre y post operatorio y el uso de esquemas analgésicos con drogas potentes y modernas, la primera semana del postoperatorio continúa siendo conflictiva.
A partir de la búsqueda de formas de resolver este problema existen otros tratamientos posibles que solo el proctólogo entrenado puede seleccionar, indicar y ejecutar. La ligadura con banda elástica es un procedimiento sencillo y ambulatorio apto para tratar las hemorroides internas pequeñas.
Para la enfermedad avanzada la ligadura arterial selectiva de las arterias hemorroides guiada por doppler es una posibilidad a tener en cuenta. El fundamento: al ligar las arterias que llevan sangre a las venas varicosas (hemorroides) las mismas se “secan” sin necesidad de resecarlas. Solamente se las fija (se las “sube”) haciéndolas desaparecer del margen anal. Como se actúa muy por arriba de la zona hipersensible del ano el post operatorio es confortable
Otra alternativa muy útil para aquellas hemorroides grado III-IV (aquellas en que la piel y mucosa están permanentemente afuera del ano) es la técnica de Longo. Consiste en tratar lo que técnicamente se denomina prolapso mucoso con la ayuda de una sutura mecánica. Nuevamente se trabaja sobre un área de baja sensibilidad por lo que se obtiene una gran ventaja respecto del dolor post quirúrgico.
Por lo tanto, y luego de esta breve reseña, no existen motivos valederos para que las hemorroides sintomáticas se transformen una cruz pagana a llevar de por vida presumiendo un tratamiento doloroso.
Existen alternativas. Se trata de una invitación a explorarlas.
