¿Cómo cuidar nuestro hígado durante la pandemia?
Dra. Melisa Dirchwolf, integrante de la Unidad de Hígado y del Servicio de Hepatología de Grupo Gamma
Evitar el consumo de alcohol o reducirlo al mínimo, mantener una dieta saludable y tomar solo medicamentos recetados son las recomendaciones principales para prevenir complicaciones.
Estamos viviendo como sociedad una época sumamente difícil, no sólo vinculada a la presencia de esta infección viral que genera incertidumbre y temor, sino también al radical cambio en nuestro estilo de vida.
En general, somos seres sumamente sociales y activos. Actualmente nos vemos forzados a quedarnos en nuestro hogar para reducir el contagio del coronavirus. Si bien esta medida es excelente desde el aspecto infectológico, las conductas que tomamos en casa pueden afectar a la salud de nuestro hígado. A continuación, detallaré algunas recomendaciones para cuidar del hígado durante la cuarentena, relacionadas al consumo de alcohol, el sedentarismo e incremento de peso y el consumo de medicamentos.
CONSUMO DE ALCOHOL
Muchos pacientes, familiares y amigos mencionan que durante la cuarentena han aumentado su consumo semanal de alcohol. Esto ocurre por aburrimiento, como forma de paliar la ansiedad, como tratamiento casero del insomnio, etcétera. Y a medida que se extiende el aislamiento, el aumento en el consumo se prolonga en el tiempo.
Antes que nada: no existe una dosis “buena” o beneficiosa de alcohol diaria (ya hemos dejado atrás el mito de una copita de vino saludable diaria) y siempre será más sano no tomar alcohol. Pero a quienes deciden consumir alguna bebida, hoy podemos recomendar una frecuencia y cantidad de alcohol que se asocia a menos riesgo de enfermedad hepática y de cáncer en la población general:
- No consumir más de 14 unidades de bebida alcohólica en la semana (esto es equivalente a 6 pintas de cerveza, 6 copas de vino, 14 medidas de whisky en total)
- No reservar todo el consumo permitido en la semana para uno o dos días: es mejor consumir menos cantidad durante la semana que en una noche del fin de semana.
- Es más saludable beber lentamente, alternando con agua y alimentos.
- Si uno desea bajar el consumo de alcohol, lo mejor es tener varios días libres de alcohol por semana (por ejemplo, beber con moderación 1-2 pintas martes y viernes, más 1-2 copas de vino el domingo).
SEDENTARISMO E INCREMENTO DE PESO
Otro boom durante la cuarentena ha sido la compra o confección de delicias ricas en hidratos de carbono y grasa (tortas, pastelitos, empanadas, guisos, y la lista sigue). Este exceso en alimentos con alto contenido calórico se acompaña de sedentarismo, ya que pasamos gran parte del día sentados.
Las consecuencias son el aumento de peso, lo que impacta en nuestra salud metabólica y cardiovascular. En el hígado, el aumento de peso y en particular de nuestra cintura (o popularmente panza) aumenta el riesgo de hígado graso. El hígado graso hoy es la enfermedad hepática crónica más frecuente en el mundo; quizás lo más alentador de ella es que en la mayoría de los pacientes es reversible con el descenso de peso y la mayor actividad física.
¿Qué podemos hacer durante la cuarentena?
Alimentarnos saludablemente: frutas y verduras en cada comida, reducir las colaciones en particular de alimentos procesados con mucho azúcar (galletitas rellenas, alfajores) y reemplazarlas por frutas secas, yogures o frutas, elegir harinas o panes integrales, y cuidar las porciones (hasta los alimentos saludables en abundancia engordan).
Respecto al ejercicio, hay muchas opciones gratuitas en redes sociales o aplicaciones con rutinas de ejercicio cortas y sin elementos de gimnasio, para mantenerse activo. Toda actividad será beneficiosa, pero si nunca se visitó a un cardiólogo, recordar que ante todo inicio de actividad física una evaluación cardiovascular está indicada (en especial si presentan factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares como diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, colesterol o triglicéridos elevados).
CONSUMO DE MEDICACIÓN
Esta recomendación sirve para todo momento de nuestra vida, pero aumenta su relevancia en estos momentos. Durante la pandemia muchos pacientes preguntan sobre remedios caseros/homeopáticos/naturales/adquiridos en dietéticas para aumentar sus defensas o mejorar su estado de salud.
La respuesta es simple: no deberían tomar suplementos dietarios que no hayan sido indicados por un médico para una enfermedad o déficit preciso. La toxicidad hepática hoy es un motivo muy frecuente de consulta, causada por medicación habitual (como analgésicos o antibióticos) pero también en muchas ocasiones por suplementos dietarios o hierbas. A veces sólo se manifiestan por alteración en el laboratorio, pero en ocasiones las consecuencias son severas: pueden llevar al desarrollo de hepatitis aguda, fulminante y requerir de trasplante hepático. Los remedios o suplementos naturales pueden ser tan peligrosos como cualquier otro (o más, ya que su composición no siempre está regulada), así que el mensaje es claro: no tome nada que no le hayan recetado.
Con estos tips podemos cuidar nuestro hígado, sin mucho esfuerzo ni tiempo. En estas épocas de aislamiento la mejor medicina es prevenir.
Para aquellos pacientes que tengan enfermedades hepáticas y no hayan sido evaluados por un hepatólogo, ante la sospecha de severidad o ante un diagnóstico incierto, la Unidad de Hígado del Hospital Privado de Rosario se encuentra trabajando diariamente para brindar una atención continua e integral a quienes lo precisen.