Pie diabético y úlceras arteriales en miembros inferiores
Dr. Maximiliano Rossi y Dr. Leandro Lasave del Servicio de Hemodinamia y Cardioangiología Intervencionista del ICR.
Tratamiento mini-invasivo con angioplastia
Una de las complicaciones más temidas de la diabetes es la aparición de úlceras en los miembros inferiores, la cual ocurre en el 25% de las personas con esta enfermedad y es la principal causa de amputación de miembros inferiores.
En Estados Unidos más del 80% de las amputaciones mayores son debidas a pie diabético, el resto se debe a traumas o tumores. Ocasionalmente estas úlceras pueden aparecer en pacientes no diabéticos y se asocian a otros factores de riesgo como el tabaquismo, HTA o dislipemias. En la experiencia del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR), en un 20% las úlceras arteriales ocurren en pacientes no diabéticos y en general éstas están precedidas por dolor en el miembro inferior primero de esfuerzo (claudicación intermitente) y luego en reposo.
La diabetes con el tiempo genera una alteración en los nervios periféricos denominada neuropatía diabética, que provoca una disminución y alteración de la sensibilidad, que facilita la aparición de úlceras desencadenadas por pequeños traumas que el paciente no nota. Al momento de la cicatrización se genera una mayor demanda metabólica que frecuentemente está limitada debido a que las arterias de los miembros inferiores.
En general, por debajo de la rodilla tienen obstrucciones generadas por la macroangiopatía diabética,razón por la cual las úlceras no logran cicatrizar y esto favorece el ingreso de microorganismos, los que a su vez no encuentran resistencia debido a la disminución de la inmunidad inherente a la diabetes y a la disminución de la irrigación por la obstrucción de las arterias, con la transformación de estas úlceras en gangrenas.
Para lograr la cicatrización es de fundamental importancia devolver un flujo sanguíneo adecuado al pie a través de angioplastia o una cirugía de bypass. En los últimos años el avance en la calidad de imágenes desarrolladas por los equipos angiográficos de última generación, y el desarrollo de nuevas técnicas de angioplastia han permitido que esta intervención mínimamente invasiva pueda desobstruir las arterias en la mayoría de los pacientes, logrando así la curación de la herida y el salvataje del miembro amenazado.
En nuestra experiencia, logramos una tasa de salvataje del miembro de un 90%. Para obtener estos resultados no es suficiente con destapar la arteria, sino que es necesario el trabajo de un equipo multidisciplinario donde aparte de hemodinamistas y cirujanos vasculares, son necesarios clínicos diabetólogos, cirujanos plásticos, traumatólogos e infectólogos para tratar todos los aspectos de esta patología.