¿Cómo actuamos ante un posible Infarto de Miocardio?
Dr. Roberto Larghi, del Servicio de Diagnóstico y Tratamiento Endovascular de Grupo Gamma
Reconocer los síntomas más comunes de un infarto de miocardio nos puede ayudar a reaccionar a tiempo y recibir asistencia médica.
Cada año, aproximadamente 715.000 personas en los Estados Unidos experimentan un infarto de agudo miocardio y 162.000 de ellos son fatales. De aquellos en los que es mortal, al menos la mitad muere súbitamente, antes de que puedan llegar a ser hospitalizados. Aunque un infarto es un evento aterrador, si usted aprende los signos de alerta y los pasos a seguir, puede salvar una vida, incluso la suya.
Durante un infarto, un coágulo obstruye súbitamente el flujo de sangre de una de las arterias del corazón (arterias coronarias) y, en unos minutos, parte del musculo cardíaco comienza a morir.
Cuanto mayor tiempo se pase sin tratamiento, más grande será el daño. La parte del músculo cardíaco que muere durante un infarto no puede volver a crecer o ser reparado.
Afortunadamente, las drogas que disuelven esos coágulos (trombolíticos) u otros tratamientos para desobstruir la arteria pueden detener el infarto en el acto. La angioplastía coronaria es uno de los tratamientos posibles, generalmente con el implante de stents que ayudan a mantener la arteria abierta luego del procedimiento.
Suministrados al poco tiempo del comienzo de los síntomas, estos tratamientos pueden minimizar o limitar los daños al corazón. Cuanto más rápido se inicien, más beneficio brindarán y mayores serán las probabilidades de una recuperación completa del musculo cardíaco. Sin embargo, también el beneficio de la apertura de la arteria obstruida disminuye a medida que pasan las horas de inicio de los síntomas hasta el comienzo del tratamiento.
Grupos de Riesgo
La enfermedad cardiovascular es la causa número uno de muerte en hombres y mujeres en los Estados Unidos. En los hombres, el riesgo de infarto aumenta significativamente después de los 45 años de edad.
En las mujeres, es más probable que ocurra en los años posteriores a la menopausia (por lo general después de los 50 años). Sin embargo, los hombres y mujeres más jóvenes también pueden tener infarto de miocardio. Existen muchos otros factores además de la edad que incrementan el riesgo de sufrir un infarto, mencionaremos brevemente los más destacados:
- Infarto previo
- Angioplastia coronaria previa
- Historia familiar de enfermedad cardíaca precoz: padre o hermano con diagnóstico de enfermedad cardíaca antes de los 55 años - Madre o hermana con diagnóstico antes de los 65 años de edad
- Diabetes
- Colesterol elevado
- Hipertensión arterial
- Tabaquismo
- Sobrepeso
- Sedentarismo
Si usted tiene uno o más de estos factores, consulte a su médico para saber cómo reducir el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
Aprenda los signos
Mucha gente piensa que un ataque al corazón es repentino e intenso, pero la verdad es que muchos ataques cardíacos comienzan como una leve molestia en el centro del pecho. Incluso las personas que ya han tenido un infarto pueden no reconocer los signos porque el próximo puede tener síntomas completamente diferentes. Estas señales son generalmente de comienzo súbito y pueden ser síntomas nuevos en aparición o un cambio de los que ya tiene, por ejemplo, si se vuelven más fuertes, más frecuentes o duran más de lo habitual.
Signos de alarma:
- Molestia en el pecho: La mayoría de los ataques al corazón presentan malestar en el centro del pecho que dura más de cinco minutos o que se va y vuelve. El malestar se puede sentir como presión incómoda, opresión, ardor o sensación de plenitud en el pecho.
- Malestar en otras zonas de la parte superior del cuerpo: Los síntomas pueden incluir molestias en uno o amos brazos (cualquiera de los dos) o en la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
- Dificultad para respirar: Este síntoma suele acompañar a las molestias en el pecho. Sin embargo, también puede ocurrir antes de que el malestar precordial comience.
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Otros signos: Estos pueden incluir sudor frío, náuseas o mareos, acompañando a la molestia del pecho y/o la dificultad para respirar.
Diferencias entre infarto de miocardio y paro cardíaco
Los medios de comunicación, y a veces los profesionales de la salud, utilizan erróneamente el término de ataque al corazón cuando una persona sufre un paro cardíaco. Este último se utiliza cuando el corazón deja de latir repentinamente, a menudo como consecuencia de una arritmia en el corazón. Un paro cardíaco puede ocurrir como complicación de un infarto, pero también puede ser causado por otros trastornos.
Llame al servicio de emergencia médica (SEM) o al 107/911
El TIEMPO lo es todo. Las personas que experimentan los signos de un infarto, a menudo niegan la seriedad de la situación y toman una conducta de esperar a ver qué pasa. Pero el tiempo es muy importante y cualquier persona con estos signos de alarma necesita una evaluación y tratamiento médico de inmediato. No espere más de unos pocos minutos (5 minutos como máximo) para llamar al SEM.
Si su médico le ha recetado nitroglicerina porque tiene molestias en el pecho que aparecen con el esfuerzo físico y se alivian con el reposo (una condición llamada angina de pecho, que por lo general es causada por la obstrucción parcial de una o más de las arterias coronarias), puede tomar la medicación según lo prescripto. Si los síntomas no mejoran al cabo de 5 minutos, debe llamar al SEM inmediatamente y acudir al hospital para que los médicos puedan determinar si usted está teniendo un infarto. Al llamar al SEM y ser trasladado en una ambulancia, se llega a un hospital de la manera más rápida y segura posible.
También hay otros beneficios al llamar a un SEM:
- El personal de emergencia puede comenzar el tratamiento inmediatamente, incluso antes de llegar al hospital
- Su corazón puede dejar de latir durante un infarto. El personal de emergencia tiene los conocimientos y equipos necesarios para tratar esa situación
- Los pacientes con un infarto que llegan en ambulancia suelen recibir un tratamiento más rápido a su arribo al hospital
- Nunca maneje usted mismo a menos que no haya absolutamente ninguna otra opción, ya que podría desmayarse durante la conducción.