Hipertensión Arterial: Mujeres bajo la lupa
Dra. Cecilia Santopolo - Dra. Dana Miralles - Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR).
Diagnóstico, causa y tratamiento de una enfermedad asintomática.
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica que mata a más de 9 millones de personas por año en el mundo y es el principal factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares como el infarto y el accidente cerebrovascular (ACV).
De acuerdo al último “Informe de la salud del mundo” emitido por la Organización Mundial de la Salud, se estimó que la hipertensión arterial contribuye en un 12.7% a la mortalidad total y en un 4.4% a la incapacidad, constituyéndose así en uno de los factores de riesgo con mayor impacto en la salud. Al ser asintomática, el foco debe estar puesto en la prevención.
Diagnóstico, causas y tratamiento
La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima del nivel de tensión normal: 140/90 mm Hg.
En el 90% de los casos la hipertensión tiene causas desconocidas, llamada hipertensión esencial o idiopática. Existen factores relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza, poco modificables, que pueden incidir en su desarrollo, además de otros que se podrían cambiar al modificar ciertos hábitos de vida como la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol y sal.
La presión debe ser controlada periódicamente para lograr un diagnóstico certero y prevenir otros trastornos en el organismo debido a que es predominantemente una enfermedad asintomática.
Hipertensión y menopausia. ¿Por qué es más frecuente?
La menopausia empeora el perfil de riesgo cardiovascular en las mujeres, siendo la hipertensión arterial una de las causas de ello. Ellas al igual que los hombres, con la edad experimentan un aumento significativo de las cifras medias de la presión arterial. Sin embargo, hasta la quinta década de la vida y correspondiendo con el inicio de la menopausia, la prevalencia de hipertensión arterial es significativamente menor en la mujer que en el varón. Esta relación se invierte a partir de dicho momento encontrando mayor prevalencia de hipertensión en la mujer a partir de los 50 años que en el hombre. Además de la edad y la carga hereditaria, el aumento de la presión arterial que tiene lugar tras la menopausia se debe fundamentalmente al déficit estrogénico, aunque también existen otros factores relacionados (aumento de peso, alimentación inadecuada, sedentarismo, etc.).
Otro punto a tener en cuenta en este periodo es la terapia hormonal de reemplazo ya que, aunque poco frecuente, la misma puede producir incremento en los valores de presión arterial por lo que se recomienda que todas aquellas mujeres que estén bajo tratamiento hormonal sustitutivo, realicen controles periódicos de la misma.
La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas
Hipertensión gestacional y preeclampsia en el embarazo
La hipertensión arterial debe ser controlada a lo largo de toda la vida y especialmente durante el embarazo ya que complica más del 10% de los mismos ocasionando graves problemas para la madre y su hijo. Entre las cuatro primeras causas de muerte materna se ubican las complicaciones por hipertensión arterial en el embarazo y puerperio siendo, en su mayoría, causas evitables
La presión normal en una embarazada varía entre 90-139 mm Hg de sistólica y 60-89 mm Hg de diastólica. Entonces, para hablar de hipertensión arterial debe ser mayor o igual a 140 mm Hg de sistólica y 90 mm Hg de diastólica y debe ser registrada dos veces en el mismo día con un intervalo mayor a 4 horas.
La preeclampsia tiene gran incidencia durante la gestación. Afecta al 18% de las mujeres y se manifiesta por una suba de la presión arterial a partir de las 20 semanas de gestación asociada a una pérdida de proteínas por la orina. Existen ciertos factores que predisponen el desarrollo de esta enfermedad tales como la presencia de preeclampsia en embarazos previos, diabetes, embarazos múltiples, síndrome antifosfolipidico, historia familiar de preeclampsia en madre o hermanas, edad materna mayor a 40 años, obesidad o enfermedad renal preexistente.
La preeclampsia es diferente a la hipertensión gestacional. En esta última, los valores de proteína en orina son normales. Un 50% de las mujeres diagnosticadas en un principio con hipertensión arterial manifiestan luego la pérdida de proteínas en orina y son diagnosticadas con preeclampsia.
Los controles periódicos son indispensables. Aseguran una buena evolución del embarazo y monitorean de cerca la salud de la madre y el bebé. Detectar temprano la enfermedad y seguir las indicaciones del médico es fundamental para evitar complicaciones.
Recomendaciones
- Numerosas intervenciones no farmacologícas contribuyen a reducir la presión arterial, con diferente impacto sobre la misma.
- La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que con el tratamiento adecuado se puede lograr el control de la misma y la reducción del riesgo cardiovascular.
- Las medidas y el tratamiento a seguir dependen de los valores de presión arterial, las características de cada paciente y el criterio del médico tratante; pero en todos los casos las modificaciones en el estilo de vida son un pilar fundamental para el control de la misma.