LA REHABILITACIÓN CARDIOVASCULAR

Los pacientes que ingresan en programas interdisciplinarios de rehabilitación tienen una disminución significativa de mortalidad y una superior calidad de vida.

La enfermedad cardiovascular, es una patología que se establece de manera lenta y subclínica durante varios años,  a menudo se manifiesta de forma abrupta e inesperada. Esta patología, es la principal causa de muerte prematura a nivel mundial, y es una enfermedad prevalente en la sociedad. Entre sus múltiples causas se encuentran el stress, la mala alimentación, el habito tabáquico, el aumento de tensión arterial y el sedentarismo. Es conocido que las personas con estas conductas tienen riesgos superiores de sufrir un evento cardiaco, para su prevención es esencial que los pacientes logren cambiar sus hábitos y cuidados de salud.

Es fundamental para los pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV) ser incluidos dentro de un programa de rehabilitación. Estos programas se desarrollan en lugares especializados y con un equipo de trabajo entrenado para tal fin, compuesto por:

• Médico Cardiólogo.
• Kinesiólogo
• Nutricionista
• Psicólogo

La evidencia disponible hasta la actualidad muestra que los pacientes ingresados a estos programas tienen una disminución significativa de mortalidad y una superior calidad de vida.

Dentro de los programas la actividad física es uno de los pilares para Rehabilitación Cardiaca. Es conocido que el nivel de aptitud física se asocia de forma inversa con la Hipertensión Arterial (HTA). Con 3 o más meses de entrenamiento físico,  las reducciones promedio son: 10 mmHg en la presión arterial sistólica  y 7,5 mmHg para la Presión arterial diastólica. Está comprobado que con el abandono de la actividad física la Tensión Arterial retorna a los niveles iniciales.

Como mencionamos la obesidad es un factor de riesgo y la actividad física produce una reducción de peso sostenida. Cuando hay una reducción del 5 % disminuye los factores de riesgo hasta los 6-12 meses, mientras que con una reducción del 8 % hasta los 2 años.

Los individuos que realizan actividad física  en forma regular poseen una morbimortalidad 30% menor respecto de sus pares sedentarios así se comparen obesos activos con delgados sedentarios

En los últimos años ha habido importantes avances en el campo de la Rehabilitación Cardiovascular (RCV), sobre todo en lo que respecta a prevención primaria y secundaria.

Es así que el ejercicio físico por sí solo, no puede considerarse como Rehabilitación Cardíaca. La misma se define según la OMS como “el conjunto de actividades necesarias para asegurar a las personas con enfermedad cardiovascular una condición física, mental y social óptima que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como le sea posible en la sociedad”. Por lo tanto, podemos afirmar que la RCV va más allá del simple ejercicio físico (salir a caminar solo).

La evidencia nos ha demostrado que el ejercicio físico realizado y llevado a cabo de forma planificada y programada, a cargo de personal calificado (Kinesiólogos especialista en Rehabilitación cardiovascular), en el marco de un programa y un equipo de rehabilitación cardiaca se asocia a una reducción de mortalidad en individuos con y sin enfermedad cardiovascular.

Estas actividades se basan en ejercicios físicos terapéuticos de resistencia, fuerza, flexibilidad y coordinación, trabajando en circuitos aeróbicos y anaeróbicos de acuerdo a los objetivos y capacidades del mismo. Tradicionalmente los ejercicios de Rehabilitación Cardiaca se basaron en ejercicios de resistencia,  actualmente esto ha cambiado y se agregan sin producir efectos negativos los ejercicios de fuerza, ejecutándolos de manera aeróbica y  anaeróbicamente, produciendo efectos altamente positivos en la evolución de su rehabilitación 

Estos ejercicios deben ser personalizados y con un control estricto de las  funciones vitales del paciente. A esta rutina de trabajo se adjuntan actividades realizadas en base a acciones  lúdicas y recreativas. Estas actividades no son menores y potencian los efectos positivos de la actividad física terapéutica.

Estas actividades carecen de eficacia si no son en un ambiente de interdisciplina. El enfoque interdisciplinario que se brinda en la rehabilitación Cardiaca posibilita la realización de sesiones educativas y de consejo, permitiéndonos conocer y manejar los factores de riesgo cardiovascular logrando una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.

En el Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) se ha inaugurado el programa de Rehabilitación Cardiaca, respetando los conceptos anteriores mencionados.  Dentro de este programa se llevan a cabo  diferentes prácticas por parte del equipo de salud. Entre ellas podemos destacar:

• Evaluación clínica del paciente, realizando una estratificación de factores de riesgo, capacidades motoras y prescripción del ejercicio.
• Entrenamiento aeróbico, mediante ejercicio físico adaptado a las capacidades y limitaciones de cada paciente en particular.
• Ejercicios de Fuerza, Resistencia, Coordinación y Flexibilidad. Como así también ejercicios recreativos que promuevan la actividad deportiva no competitiva.
• Educación a los pacientes, familiares y a la comunidad en general mediante charlas, con el objetivo de mejorar y mantener el control óptimo de los factores de riesgo, hábitos saludables y calidad de vida del paciente y su familia.
• Valoración y tratamiento nutricional.
• Valoración psicológica, con intervención terapéutica individual, familiar y grupal.

Las actividades en el centro de rehabilitación se enmarcan en las posibilidades del paciente, buscando optimizar sus posibilidades físicas en función de sus objetivos.

Los centros de rehabilitación son de gran ayuda para al paciente y está demostrado que la adherencia a estas actividades producen una rápida integración social y laboral, disminuye las complicaciones y sobre todo mejora la calidad de vida de nuestro pacientes.