Onicomicosis, mucho más que estética
Dr. Esteban Arana - Dermatólogo- Sanatorio Americano
Origen, tratamiento y prevención de una patología que puede comprometer a la extremidad afectada.
La onicomicosis (OM) es la infección de la uña por parte de hongos. Aún persiste un criterio médico que la considera un problema meramente estético que no necesita tratamiento. No obstante, es una causa común de consultas médicas, ausentismo laboral y deterioro de la calidad de vida de quienes la padecen. En los pacientes mayores, en especial diabéticos y con trastornos vasculares periféricos, la OM puede ser la puerta de entrada de infecciones que incluso pueden poner en riesgo el futuro de la extremidad.
Se trata de una condición distribuida mundialmente y muy frecuente que alcanza a casi la mitad de la población a los 70 años. Esta alta incidencia se debe a varios factores de riesgo como la edad avanzada, inmunodeficiencias, diabetes, psoriasis, convivencia con personas con OM y utilización de natatorios, vestuarios y duchas colectivas.
Más del 80% de los casos se producen en las uñas de los pies.
Los hongos penetran en la uña a través de pequeñas lesiones. Existen diversas especies de hongos que pueden dañar la uña. En la mayoría de los casos la piel adyacente no se encuentra afectada y en un primer momento el compromiso es superficial, evidenciandose solamente cambios en la coloración de la uña. Posteriormente el hongo puede involucrar parcial o totalmente la uña generando engrosamiento, deformación y/o destrucción de la misma. En ocasiones hay compromiso de la piel aledaña, produciéndose enrojecimiento y dolor.
Si se observa alguno de estos síntomas es necesaria la consulta al médico.
El médico deberá diferenciar la OM de otras condiciones que pueden producir trastornos ungueales con cuadros similares (psoriasis, traumatismos, etc.). Para ello, previo al inicio del tratamiento, se realiza una toma de muestra de la uña afectada para su análisis. La toma de muestra no genera dolor alguno al paciente. Este estudio permite clasificar el tipo de hongo y elegir el tratamiento más adecuado para cada caso.
Dentro de los tratamientos indicados por los dermatólogos se encuentran los antimicóticos sistémicos, es decir aquellos administrados vía oral y los antimicóticos tópicos, que se aplican sobre la uña afectada.
Los cuadros más severos se tratan en forma sistémica o en combinación con antimicóticos tópicos. El tratamiento tópico exclusivo se reserva para cuadros incipientes o leves, para aquellos pacientes que no puedan recibir tratamiento sistémico o para el tratamiento de hongos específicos. Las cremas, ungüentos o soluciones no difunden bien a través de la uña. Los productos más adecuados para el tratamiento de las uñas son las lacas, con las que se logra que el principio activo (antimicótico) permanezca más tiempo en contacto con la uña. Por último, en algunos pocos casos el médico puede indicar la eliminación parcial o total de la uña asociado al tratamiento sistémico, con el objetivo de acelerar el proceso de curación.
¿Son efectivos los tratamientos naturales?
No existe ningún método “natural” que haya demostrado aún ser efectivo en el tratamiento de la OM. Los supuestos efectos curativos de los métodos caseros (lavado con vinagre, jugo de limón, lociones de plantas, etc.) se deben probablemente a la mayor atención que se presta al cuidado de las uñas durante estos tratamientos (higiene, corte frecuente, etc.).
Medidas generales de prevención
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Se recomienda mantener bien secas las uñas y piel de las manos y de los pies después de su lavado, ya que la humedad favorece la aparición de infecciones.
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En el caso de los pies, utilizar calzado apropiado y evitar caminar descalzo en piletas y duchas públicas.
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Mantener las uñas limpias, eliminando la suciedad que se acumula debajo de las mismas. Mantenerlas cortas sin lesionar el reborde ni la piel adyacente. Si se precisa el limado de las uñas deberá realizarse con una lima de cartón, con movimientos suaves y continuos.
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Cuidar las uñas de las manos frente a detergentes y otros productos químicos.
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No pulir la lámina ungueal con métodos agresivos. No lesionar o eliminar la cutícula, ya que es protectora. No es conveniente el uso de prótesis ungueales ornamentales.
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Para evitar la transmisión de la OM es importante también no compartir toallas ni calzado.