La detección de los primeros síntomas de tartamudez
Fga. Lía R. Bloj –Especialista en Tartamudez en niños y adultos.
Cómo se desarrolla esta problemática y cuál es el rol que tienen los padres y los profesionales de la salud en su prevención
La Tartamudez-Disfluencia es una compleja dificultad que se manifiesta como un desorden de la fluidez, con interrupción del flujo rítmico del habla y que compromete la comunicación. Las investigaciones en el campo de la Neurociencia, la Genética y las Neuroimágenes desde 1990 han aportado datos acerca de la bases neurobiológicas de esta problemática; no obstante aún no se pueden determinar las causas con precisión, pero se sabe que es manifestación de la interacción de factores neurobiológicos, psicológicos y medioambientales que funcionan como predisponentes, desencadenantes y / o factores de consolidación. Los síntomas se presentan de manera dinámica y variable según contextos e interlocutores; afecta al 1,5 % de la población, se manifiesta más en varones que en mujeres y su prevalencia es similar en casi todas las culturas.
Desde un concepto MULTIDIMENSIONAL se reconoce que están comprometidos los aspectos motores, lingüísticos, emocionales, cognitivos y sociales que se manifiestan en cada sujeto y en los distintos momentos de la vida de manera variable, dando lugar a una TRAMA particular en cada caso.
La Fluidez es una capacidad que se desarrolla en los primeros años de vida del niño junto con el Lenguaje. Entre los 2 y los 5 años se da un período de intenso desarrollo del habla y del lenguaje y es frecuente observar que los niños repiten sílabas o palabras, hacen pausas prolongadas, tienen vacilaciones, reformulan partes de una frase, usan interjecciones como manifestaciones consideradas normales. Estas disfluencias pueden presentarse en cualquier momento pero tienden a aumentar cuando están cansados, excitados o ansiosos, cuando se les hace preguntas o se les apura para hablar. La frecuencia es inestable y por lo general los niños no son conscientes de ellas y no sienten incomodidad ni frustración. Se da en aproximadamente un 80% de los niños y en pocos meses estas manifestaciones van desapareciendo en tanto se estabiliza la fluidez.
Los pediatras tienen un importante rol a través de su intervención en la detección a tiempo del niño que está en riesgo de desarrollar Tartamudez y en hacer la transferencia oportuna al Fonoaudiólogo especialista
En ciertos casos si hay alguna predisposición en el niño, si éste percibe del entorno gestos, miradas, comentarios o correcciones que le hacen notar que habla mal, comenzará a sentir inseguridad, tensión al hablar, quizás vergüenza o frustración y esto llevará a incrementar la frecuencia y la persistencia llevando con el tiempo a estabilizar estas disfluencias que dejarán de ser propias del desarrollo para convertirse en un inicio de Tartamudez. De esta manera aumentará el número de repeticiones a más de 3, prolongará los sonidos ,manifestará esfuerzo antes de iniciar una palabra y podrán aparecer manifestaciones corporales tales como, cerrar los ojos, evitar la mirada, tensar la boca, ponerse rojo, mover manos o pies, en tanto reacciones ante su falta de fluidez. Frente a esta situación muchos padres podrán sentirse preocupados y sin saber que sucede con su hijo y qué actitud tomar.
Cuando los padres deciden hacer una consulta generalmente es el pediatra el profesional al que acuden buscando ayuda y orientación para entender el problema de su hijo y es este el mejor momento para abordar los síntomas tempranamente. Los pediatras tienen un importante rol a través de su intervención en la detección a tiempo del niño que está en riesgo de desarrollar Tartamudez y en hacer la transferencia oportuna al Fonoaudiólogo especialista. Cuando los padres consultan esperar no siempre resulta un buen consejo.
Así mismo es fundamental reconocer que existen factores de riesgo que operan como predisposición a desarrollar Tartamudez en el niño. Entre ellos cabe mencionar: antecedentes de familiares con Tartamudez (genética)- base orgánica y condiciones de maduración desarrollo linguistico tardío- estilo de vida y estrés – velocidad del habla rápida - modelo comunicacional de alta demanda. Teniendo en cuenta estos factores se podrá realizar un diagnóstico precoz, posibilitando un rápido acceso al tratamiento que promoverá la remisión total o la reducción de los síntomas de la tartamudez minimizando su impacto en la calidad de vida de los niños con esta dificultad.
En la derivación oportuna será el Fonoaudiólogo quién podrá orientar a los padres acerca de las estrategias terapéuticas más convenientes en cada caso, pudiendo enfocarse en una intervención indirecta e interactiva con los padres en los niños de menor edad o abordar una terapia directa con el niño, según la edad y la gravedad de los síntomas o realizar ambas terapias en forma conjunta.
Así como se destaca el importante rol que tiene el Pediatra, es esperable que demás profesionales del ámbito de la salud accedan a conocer más sobre esta compleja problemática y a comprender la importancia de encarar intervenciones tempranas acompañando a los padres en el recorrido por la dificultad de sus hijos.
Más información sobre este tema: www.tartamudez.org. Fundación Americana para la Tartamudez.