Vértigo y Mareos
Una enfermedad que imposibilita llevar adelante una vida normal
El vértigo, el mareo y el desequilibrio son motivos de consulta muy frecuentes en los servicios de urgencias. Aunque los síntomas son pasajeros, impresionan como si se tratara de una enfermedad grave que invalida a quienes lo padecen y le imposibilita hacer una vida normal.
¿Qué es?
Se conoce como vértigo a la sensación subjetiva de movimiento, de giro del entorno o de uno mismo o de precipitación al vacío sin que este exista realmente. Viene acompañado generalmente de náuseas, pérdida del equilibrio (mareo) y sensación de desmayo inminente. Estas denominadas crisis, son muy angustiantes para todo aquel que las experimenta.
El vértigo se relaciona casi siempre con una alteración del sistema vestibular, que se halla dentro del oído interno y coordina el mantenimiento del equilibrio, así como nuestra postura y puede pasar de ser momentáneo, a durar horas e incluso días.
Estos episodios ocurren sin previo aviso, es una patología benigna que requiere ser diagnosticada y tratada. Más allá del tipo de lesión, la consulta resulta importante para resolver el problema y plantear una rehabilitación exitosa.
Los síntomas
La manifestación clínica más frecuente es la sensación de que el cuarto en el que se encuentra el paciente está girando o que el propio cuerpo está en movimiento.
También puede aparecer:
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Zumbido en los oídos.
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Pérdida del equilibrio (mareo).
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Disminución en la audición.
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Visión borrosa.
¿Quién o quiénes pueden verse afectados?
Puede presentarse en cualquier etapa de la vida. Niños y adolescentes también llegan a la consulta acompañados de sus padres.
Tratamientos
Existen tratamientos para solucionarlo, como ser: la REHABILITACIÓN VESTIBULAR, que es un programa basado en ejercicios que combinan movimientos de ojos, cabeza y el cuerpo en general, que favorecen la compensación del problema que origina los síntomas vestibulares acorde a las necesidades de cada individuo, aportando de esta manera las herramientas necesarias para que el sistema nervioso logre que se produzca una compensación central (gracias a la plasticidad cerebral), a través de mecanismos de habituación, adaptación y sustitución.
Los objetivos de este tratamiento son:
* Reducir el riesgo de caídas e incorporar al paciente a sus actividades habituales, lo antes posible evitando cuadros crónicos y recurrentes.
* Eliminar los síntomas vestibulares como mareo, vértigo y/o inestabilidad.
* Lograr control postural.
* Mejorar la estabilidad visual.