Tratamiento Láser para el Síndrome Genitourinario en la Menopausia
Dr. Martín Riege, Jefe del Servicio de Ginecología de Grupo Gamma. Dras. Giselle Pérez y Melisa Picco, integrantes del equipo.
El SGM es una entidad crónica, frecuente durante la menopausia y a menudo no diagnosticada, que tiene un gran impacto en la salud sexual y la calidad de vida
Los cambios que se están dando en la sociedad desde hace años, sumados a la mayor libertad sexual y al aumento de esperanza de vida, hacen que la mujer llegue a la edad de la menopausia en su plenitud profesional y personal. Por eso cada vez es más importante dar solución a esos síntomas vaginales que impiden a muchas mujeres disfrutar de su sexualidad en esta, cada vez más larga, época de la vida.
El Síndrome Genitourinario en la Menopausia (SGM) se define como el conjunto de síntomas y signos asociados con la disminución de estrógenos que se relacionan con cambios en los labios mayores y menores, introito, vestíbulo vulvar, clítoris, vagina, uretra y vejiga.
Los estrógenos son necesarios para mantener la estructura y la función de esta zona. La disminución de los niveles de estrógenos se ha asociado a cambios en la fisiología de la vagina, que son la base de los síntomas que definen el SGM.
El SGM es una entidad crónica, frecuente durante la menopausia y a menudo no diagnosticada, que tiene un gran impacto en la salud sexual y la calidad de vida de las personas que la padecen.
Los primeros síntomas de la sequedad vaginal se empiezan a percibir en la esfera sexual:
- Disminución de la lubricación con las relaciones.
- Sequedad vaginal.
- Dolor con las relaciones sexuales.
- Sangrado después de tener relaciones.
- Estrechamiento y acortamiento del canal vaginal.
Si no hacemos nada al respecto el problema seguirá evolucionando y acabará dando síntomas no sólo en lo que se refiere a las relaciones sexuales, sino todo el tiempo. Estos síntomas son:
- Irritación, ardor o escozor en la vulva.
- Dolor o escozor al orinar.
- Necesidad de orinar con mucha frecuencia.
- Tener la sensación de tener que ir a orinar todo el tiempo.
En la práctica diaria vemos que los tratamientos clásicos, aunque es cierto que son efectivos en un principio, acaban perdiendo su efecto por el abandono. La mayoría de mujeres a las que prescribimos cremas u óvulos vaginales acaban abandonando el tratamiento antes del año.
El láser de diodo, por el contrario, estimula la generación de colágeno mediante el calentamiento del tejido interior de la vagina. De este modo, provoca la contracción de las fibras de elastina y consecuentemente el fortalecimiento de las paredes vaginales y la regeneración permanente de nuevo colágeno y vascularización.
En otras palabras, el tejido vuelve a un estado más juvenil, formado por fibras de colágeno más gruesas y largas, lo cual redunda en una superior calidad de vida de las pacientes tanto en lo cotidiano como en el ámbito íntimo.
Esto también da lugar a una normalización del PH y de la flora vaginal ayudando a combatir las infecciones recurrentes.
El procedimiento laser es totalmente indoloro, por lo tanto, se realiza en consultorio. No se requiere quirófano ni anestesia. No requiere periodo de recuperación, el regreso a la rutina es inmediato, solo se esperan 48hs para mantener relaciones sexuales.