El Valor de la Ecografía Obstétrica
Dra. María Soledad Palavecino. Especialista en Ecografía Gral. Servicio de Ecografía Materno-fetal y Pediátrica del Sanatorio de la Mujer.
El avance del tiempo y la tecnología han provocado cambios y mejoras constantes en el diagnóstico médico
El avance del tiempo y la tecnología han provocado cambios y mejoras constantes en el diagnóstico médico. La Ecografía es una especialidad médica, avalada por la provincia de Santa Fe, que a su vez cuenta con subespecialidades, entre ellas la Obstétrica, que estudia la unidad materno fetal como un todo, para poder valorar la salud y la enfermedad de sus dos pacientes: la madre y la de él o los fetos.
La ecografía en la obstetricia y en la unidad de medicina fetal representa un campo amplio de estudio que incluye la embriología, la anatomía, la dismorfologia, la fisiología maternofetal, la genética, el diagnóstico por imagen y en muchas ocasiones forma parte de terapias fetales, pudiendo ver en tiempo real lo que está ocurriendo, capturando en distintas fotografías las múltiples y variables etapas fetales, planos, acciones y formas de desarrollo.
Permite conocer y diagnosticar en forma temprana el embarazo, realizar controles de la salud fetal y materna, llevar tranquilidad y también detectar complicaciones, lo que implica evaluar la complejidad, encontrar el grupo de riesgo, prevenir, explicar, realizar el tratamiento o derivación para el mismo en forma oportuna y en el caso de no poder realizar ninguna intervención en el periodo prenatal, poder esperar con las herramientas correctas y con los equipos necesarios al momento del nacimiento, para intervenir, controlar, tratar, contener y acompañar.
Desde hace unos años la ecografía constituye una gran herramienta para las unidades de Medicina Fetal, creadas con el fin de fortalecer el trabajo multidisciplinario y el seguimiento de lo que se consideran embarazos de alto riesgo. Estos los constituyen múltiples antecedentes o comorbilidades o hallazgos en el embarazo, como por ejemplo y principalmente el parto prematuro anterior, abortos espontáneos a repetición, patología materna preexistente, antecedentes obstétricos, tratamiento de fertilización asistida, pacientes en extremos etarios de la vida, control ecográfico de rutina con demostración de una patología, patología de presentación en embarazo cursante, embarazo múltiple, entre otros.
Este tipo de pacientes son evaluados por su médico obstetra de cabecera, por la unidad de medicina fetal y por la unidad de ecografía obstétrica de alto riesgo, agregándose otros interconsultores según la patología de la que se trate y los tratamientos que requiera. Cabe destacar que este seguimiento, cuando hay antecedentes previos y se planifica un embarazo, comienza desde antes del periodo gestacional-
ESTUDIOS ECOGRÁFICOS
La cantidad de estudios ecográficos muchas veces dependerá del médico obstetra tratante o del acceso del paciente a las mismas, pero existe una cantidad recomendada para poder hacer un buen seguimiento obstétrico:
Primera ecografía: es conveniente realizarla en semana 8-9 de embarazo. Permite constatar el embarazo, localizarlo y descartar la mala implantación del mismo (embarazo ectópico). También observar qué tipo de embarazo es, si único o múltiple y la vitalidad fetal, de ser posible, escuchando los latidos cardiacos del embrión. Es la ecografía que data el embarazo otorgando a través de la longitud del embrión una edad gestacional exacta y calculando la fecha probable de parto.
Segunda ecografía: constituye el cribado de aneuploidias, la famosa Transluscencia Nucal. Se realiza entre las 11 y 13,6 semanas de gestación. La utilidad es visualizar la morfología del feto, y buscar marcadores que nos orientan hacia patologías y evalúan el riesgo de alteraciones asociadas a síndromes genéticos. Evalúa la probabilidad de que existan cromosopatias siempre asociado a la edad materna y los antecedentes maternos. Permite un scan morfológico y una evaluación cardiológica precoz.
Si bien se la denomina comúnmente Translucencia Nucal o TN, involucra un grupo de marcadores muy importantes para realizar el cálculo de riesgo de cromosopatías como lo son la presencia y el tamaño del Hueso Nasal, realizar un correcto barrido de la calota fetal para observar a los plexos coroides, la línea interhemisferica (importantes en la detección de patologías encefálicas, como lo son la anencefalia, la holopresencefalia entre otros), evaluar la onda de flujo de un vaso sanguíneo denominado Ductus Venoso, observar la Ecogenicidad Intestinal, estudiar la posibilidad de reflujo valvular cardiaco, ver la cantidad de vasos del cordón, entre otros marcadores. Se analiza el tamaño fetal, así como su perfil biofísico, los movimientos fetales, y el ambiente fetal conformado por la placenta, el líquido amniótico, el cérvix, el miometrio. También se evalúa la función del cordón umbilical a través del doppler, de la onda de flujo y medición de índices específicos. Es útil como screnning de preeclampsia con la visualización de las arterias uterinas maternas, y retardos de crecimiento.
Tercera Ecografía: se denomina Ecografía Morfológica. Es recomendable desde la semana 22 de embarazo. La morfología se puede y debe evaluar en todas las ecografías, pero es desde esta semana que se recomienda para analizar los órganos de los distintos sistemas orgánicos del cuerpo humano, ya sea por la mejoría en la imagen que el tamaño del feto ofrece, así como también porque el desarrollo embriológico es mayor y permite ver qué órganos vitales del desarrollo se formaron correctamente en el tiempo cronológico adecuado del embarazo. Si bien el aspecto morfológico se evalúa en todas las ecografías, a partir de la semana 22 se inicia una etapa de edad gestacional óptima para valorar la normalidad o anormalidad de los sistemas anatómicos principales: cerebro, columna, corazón, sistema respiratorio, sistema gastrointestinal y urogenital evaluándolos con un barrido detallado.
Es un barrido detallado y una evaluación dinámica del feto, punto muy importante en la sospecha de patologías que muchas veces no se evidencian por una alteración estructural, sino simplemente por alteraciones en el tono fetal o en el tipo de movimientos que realiza el mismo, siempre la evaluación es global.
También se puede ver el ambiente fetal: el líquido amniótico, la placenta, el flujo sanguíneo materno-fetal ( para observar la nutrición fetal y oxigenación correcta, los cambios esperados en los vasos maternos según la edad gestacional y las enfermedades maternas) . A esta edad gestacional se recomienda la evaluación del cuello del útero a través de la llamada Cervicometria, que es una ecografía intravaginal que mide y examina morfológicamente el cérvix, observa el canal cervical y sirve para realizar, junto con los antecedentes obstétricos, un cálculo de riesgo para posibles partos prematuros.
Existe además un estudio que se denomina Neurosonografia Fetal, muy útil ante la sospecha de patología cerebral ya sea del Sistema Nervioso Central como de la columna vertebral fetal. Este estudio se realiza por vía transabdominal y también por vía transvaginal, y permite realizar la toma de planos específicos del cerebro muy útiles en la detección de patologías de la calota fetal. Se debe pedir no solamente cuando en una ecografía de rutina se encuentra el operador médico con una patología neurológica, sino también ante la sospecha o confirmación de síndromes genéticos, ante enfermedades maternas sistémicas e infecciosas, o también antecedentes en embarazos previos, entre otras razones de derivación.
Tanto en la eco morfológica como en el Neurosonograma, se evalúa la facie fetal a través de la reconstrucción en 2D, 3D, 4 DY 5D de la cara fetal.
Cuarta Ecografía: es la Ecodoppler materno-fetal, recomendada entre semana 30-34. Permite evaluar la posición fetal, el crecimiento y el peso fetal estimado, percentilandolo o sea ubicándolo en tablas de crecimiento determinadas según edad gestacional y sexo fetal y ver el flujo de la sangre a través del doppler color de vasos cerebrales, cordón umbilical, vasos y cavidades cardiacas y vasos uterinos (lo más importante para observar es la oxigenación adecuada de la unidad materno fetal).
SEGUIMIENTO DEL BIENERSTAR Y LA SALUD FETAL
La evaluación de la salud maternofetal es un campo multidisciplinario. La ecografía es una rama importante para el seguimiento del bienestar y la salud fetal así como también del diagnóstico de muchas patologías. Debe ser realizado por un médico operador habilitado y formado en el tema.
Actualmente en el Sanatorio de la Mujer existe un grupo de médicos ecografistas, especializados y certificados por organismos internacionales, que integran la unidad de ecografía obstétrica de alto riesgo, para evaluar el embarazo, el periodo pre-gestacional, el gestacional y el postnatal, examinando por ende también al recién nacido en la unidad de Neonatología y en los controles pediátricos.
Dentro de los últimos avances de la ecografía fetal, la Neurosonografia, nombrada en párrafos anteriores, es un estudio relativamente nuevo, muy importante, mínimamente invasivo y que no genera alteraciones fetales en su realización. Actualmente es parte de los estudios ofrecidos por la unidad de ecografía obstétrica de alto riesgo del Sanatorio de la Mujer, siendo en la provincia uno de los pocos referentes que ofrece esta prestación y servicio realizada solo por profesionales idóneos en el tema.
Una ecografía, sea cual fuera, nunca de ser una consulta médica. A veces es una consulta distendida y otras requiere mucha atención. Los tiempos de la consulta dependerán de muchos factores, cada paciente es único y merece de un tiempo y un compromiso individual, particular y personal.
Sentirse cómodos con la institución y con el grupo de trabajo y confiar, simplifica y da seguridad.