La lucha contra el cáncer

Los estudios recomendados para su detección precoz

Cáncer es un término muy amplio que agrupa patologías muy diversas, pero que tienen algo en común: una alteración en el proceso natural de división celular. Normalmente, las células de nuestros tejidos se dividen para mantenerlos sanos y renovarlos. Pero pueden ocurrir alteraciones en los genes de las células que hacen que se dividan en forma incontrolada y que migren a otros órganos, asentar y formar en ese órgano lo que llamamos metástasis.

Hay muchos tipos de cáncer, que tienen diferente comportamiento, distintas causas predisponentes, y, desde ya, tratamientos diversos.

¿Cuándo se va a encontrar la cura del cáncer?

Muchísimos cánceres, cuando son diagnosticados en estadíos tempranos, tienen distintos abordajes:

• Cirugía o con radioterapia: empleo de radiaciones ionizantes que destruyen células tumorales.
• Quimioterapia: fármacos que matan células cancerígenas.
• Hormonoterapia: medicamentos relacionados con hormonas del organismo, que al bloquearlas impiden que se reproduzcan cánceres hormonosensibles.
• Inmunoterapia: tratamientos que utilizan, activan o suprimen nuestro sistema inmune como defensa de las células tumorales.
• Tratamientos con medicamentos dirigidos sobre blancos moleculares específicos localizados en la superficie o en el interior de las células tumorales: son nuevos tratamientos que se denominan terapias target y están constituidos por las llamadas pequeñas moléculas o anticuerpos monoclonales.

¿En estadíos avanzados se pueden curar?

Algunos cánceres, aún con metástasis en otros órganos, se pueden curar con quimioterapia, con cirugía de la metástasis y con combinaciones de las terapias ya mencionadas.

¿Cuál es el abordaje cuando no se pueden curar?

Los mismos tratamientos que ayudan a la curación en estadíos tempranos pueden detener la enfermedad, producir respuestas parciales o completas durante mucho tiempo y transformar una enfermedad que podría ser letal sin terapéutica, en una enfermedad crónica.

Junto al tratamiento del cáncer, deberían estar incluidos siempre los cuidados paliativos para manejar los síntomas que produce la enfermedad, y los efectos adversos de la quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapias target o cirugía.

Un equipo de Cuidados Paliativos incluirá siempre a médicos y enfermeras especializados, a nutricionistas, kinesiólogos, fisiatras y psicólogos que trabajando en equipo procurarán que la calidad de vida de la persona afectada por el cáncer sea la mejor posible.

¿Se puede prevenir el cáncer?

Muchos cánceres se pueden prevenir a través de las siguientes medidas:

a) Una nutrición adecuada con varias raciones de fibras, alternando diferentes tipos de carnes (la nutricionista es quien nos dará los consejos de dietas para prevenir el cáncer).

b) Realizar ejercicio físico y evitar el sedentarismo.

c) Ingerir bebidas alcohólicas en forma moderada.

d) Evitar el tabaquismo.

e) Prevenir infecciones como la hepatitis viral y hacer un diagnóstico precoz de infección por virus del papiloma humano (la vacunación contra el HPV en niñas entre los 11 y los 14 años disminuye la posibilidad de infección por este virus, responsable de gran parte de los cánceres de cuello de útero).

f) Evitar la exposición al sol en horas pico y usar cremas protectoras de los rayos UV. Es sumamente importante cuidar a los niños de la exposición al sol sin protección y quemaduras solares.

¿Cuáles son los signos a los que debemos estar atentos?

En el caso de síntomas persistentes como tos que no alivia, pérdida de peso inexplicada, sangrado reiterado (ginecológico, digestivo), nódulo o bulto que se descubre la propia persona, lunar en la piel que cambia de forma, tamaño, color o sangra.

No significa que siempre esos síntomas serán producidos por un cáncer, pero si así lo fuera, mientras más temprano el diagnóstico, mayor posibilidad de terapéutica.

¿Qué tipo de screening se recomienda para la población en general?

El screening (estrategia aplicada a una población para detectar una enfermedad en individuos sin síntomas ni signos) nos sirve para hacer un diagnóstico de algunos cánceres antes de que produzcan síntomas, es decir, cuando hay muchísimas posibilidades de curación.

Test de Papanicolau: prueba que se realiza durante el examen ginecológico para detectar células del cuello de útero, analizarlas y detectar si existen cambios que puedan demostrar la aparición de un cáncer de cérvix (cuello de útero) o detectar la existencia de HPV. Se recomienda a partir de los 21 años de edad.

Mamografía: estudio de imágenes para detectar cáncer de mama. Reduce la muerte por cáncer de mama entre los  40 y 74  años de edad, especialmente luego de los 50 años. Las mamografías serán informadas por el especialista en imágenes y, según el informe, será el ginecólogo quien determinará con qué frecuencia repetirla o si es necesaria una punción biopsia.

Antígeno Prostático Específico PSA: detección del cáncer de próstata. Siempre se debe realizar este análisis de sangre a partir de los 50 años de edad, aunque el urólogo sugerirá una edad más temprana si hay antecedente familiar. El especialista, aconsejará también con qué frecuencia hacerlo, acompañado de ecografía y tacto rectal para examinar la próstata y cuando lo considere necesario solicitará una punción biopsia.

Videocolonoscopía: estudio para examinar el colon y poder detectar un cáncer en forma precoz o lesiones precancerígenas. A partir de los 50 años de edad debería hacerse, o antes si el médico lo considera por antecedentes familiares. La frecuencia, que podría ser cada 5 años, la determinará el gastroentrólogo según los hallazgos del estudio.

Detección precoz del melanoma: es un cáncer agresivo de piel, en personas con lunares, especialmente de piel clara. El dermatólogo examinará toda la piel y determinará si es necesario realizar una dermatoscopía (examen de la dermis por un sistema óptico de amplificación de imágenes con iluminación). El objetivo es detectar un melanoma en estadío precoz cuando aún se puede curar con la escisión quirúrgica.

LA RELACIÓN ENTRE ESTRÉS Y CÁNCER

Ni el estrés ni la depresión originan cáncer. Pero una persona con estrés crónico, ansiedad y/o depresión puede, por temor, no consultar ante síntomas precoces o no realizar los estudios  recomendados.

El diagnóstico de cáncer, la incertidumbre sobre el futuro y los tratamientos pueden producir estrés, ansiedad y algunas veces depresión.  La manera ideal de trabajar para disminuir estas alteraciones en la psiquis del paciente es en equipo, donde la psicooncología juega un rol principal.

El Servicio de Oncología y Cuidados Paliativos de Grupo Gamma, además de contar con tecnología de última generación, dispone de equipos integrados por personas: secretarias, enfermeras, oncólogos, radioterapeutas, nutricionistas, psicólogas, paliativistas, que ayudan a los pacientes y a sus familias a transitar de la mejor manera posible el diagnóstico y tratamiento del cáncer focalizando en su calidad de vida.