La radioterapia y el trabajo interdisciplinario para el tratamiento del cáncer

Los adelantos tecnológicos en la detección y el tratamiento de los tumores derivaron en la necesidad de sumar a otros profesionales para la atención del paciente.

El ITR (Instituto de Tumores Rosario) sigue consolidando su lugar de vanguardia como centro de radioterapia de alta complejidad. La radioterapia es un tipo de tratamiento oncológico que actúa sobre el tumor para destruir sus células malignas e impedir su evolución y reproducción. Para ello, se vale de dosis reguladas de radiaciones ionizantes, dirigidas con suma precisión.

Ubicado en Av. Francia 1520 de nuestra ciudad, y como moderno instituto de diagnóstico y tratamiento de patologías tumorales, el ITR pone los últimos avances de la ciencia a disposición de la región central del país

Para sumar la mirada profesional sobre los temas oncológicos y sus tratamientos, entrevistamos al Director del Departamento de Radioterapia del ITR, el Dr. Miguel Castiglioni, especialista en Terapia Radiante.

¿El tratamiento del cáncer conlleva un bordaje interdisciplinario?

Sí, hoy en día ningún médico puede definir por sí solo un tratamiento sino que hay que trabajar en equipo, de manera interdisciplinaria, y cada vez con más profesionales. Empezó conformado por un cirujano, un oncólogo y un radioterapeuta y se fue agregando un especialista en diagnóstico por imágenes, un especialista en anatomía patológica y profesionales de cuidados paliativos. Inclusive en la última época se han agregado psicólogos o psicooncólogos que se dedican a la ayuda integral del paciente oncológico y también de su familia.

Suponemos que la incorporación de altas tecnologías llevó a la necesidad de incorporar otros profesionales, ¿es así?

Exactamente. Los centros de radioterapia cuentan en su gran mayoría con especialistas en diagnósticos por imágenes para conversar y discutir los casos, y además con todo el apoyo del físico especialista en radioterapia, que forma parte de un equipo importante con el médico y los técnicos.

¿En qué ha mejorado la radioterapia en los últimos años?

Muchos años atrás contábamos con otro tipo de tecnología y aparatología, y era imposible llegar a discriminar los tejidos sanos de los enfermos o el blanco que uno quería irradiar. Hoy en día, con los nuevos avances de las imágenes, las tomografías y las resonancias, se ha evolucionado tanto que con el empleo de modernos equipos podemos discriminar la dosis que vamos a entregar, el volumen que uno quiere irradiar y así cuidar minuciosamente los tejidos sanos de alrededor. Eso llevó a dar más dosis en el blanco con mínimas interacciones a nivel de tejido sano, con lo cual los efectos tóxicos durante el tratamiento se han minimizado notablemente.

Antes teníamos dos placas radiográficas y uno podía ubicar regionalmente la zona que quería irradiar. Hoy se hace una tomografía y una reconstrucción en 3D de la misma, luego se marca toda la estructura del paciente, del tejido a irradiar y a proteger, y en esa misma forma tridimensional uno puede focalizar la dosis y dónde quiere irradiar.

¿Qué siente el paciente al recibir la dosis?

No siente nada. El disparo es como una radiografía que en lugar de durar un segundo dura diez o quince. Durante el tratamiento no siente dolor ni molestia, respira normal. Lo único que suele pasar es la irritación de algunos tejidos de alrededor a medida que vamos sumando días de tratamiento; es decir, puede aparecer algún malestar según la zona que estemos tratando.

¿Cómo puede asegurarse tanta precisión?

Hay varias formas. Más allá de que uno trabaja mediante un plan que se elabora con una tomografía, se utilizan softwares diseñados exclusivamente para radioterapia. El acelerador lineal cuenta con láser de posicionamiento y telémetros para ubicar distancias. Además se utilizan radiografías e imágenes digitalizadas con el PortaVision, que es un aparato que trae el acelerador lineal, que permite realizar radiografías de posicionamiento en el momento en que el paciente está acostado. Eso se verifica en vivo y online, en el mismo momento, y se pueden hacer mínimas correcciones de la camilla para ubicar exactamente el punto donde el paciente se debe irradiar.

¿Cuánto tiempo lleva este tratamiento?

El tiempo que un paciente está dentro del equipo puede ser entre 15 y 20 minutos, el tiempo de exposición en sí son unos pocos segundos. Todo lo previo es la ubicación del paciente y el posicionamiento, que es lo más importante en radioterapia. Estos tratamientos llevan toda una planificación previa de varios días, el paciente debe concurrir de lunes a viernes durante varias semanas. Poder reproducir al detalle lo que uno planificó diariamente es lo más importante en este tratamiento.