El diagnóstico certero de la ruptura de menisco
Dr. Rafael Babbini - Director Médico del Centro Traumatológico de Cadera, rodilla y pie de Rosario C R P
Los síntomas a los cuáles hay que estar atento y la visita al traumatólogo
La rodilla puede presentar una serie de signos y síntomas, que nos hacen sospechar una lesión meniscal. Comúnmente existe un antecedente traumático, como una caída o una torsión de la rodilla con el pie fijo en el suelo.
Como síntomas, podemos notar:
– La aparición de dolor en la interlinea articular.
– Hinchazón o edema en la cara anterior de la rodilla.
– Una sensación de inseguridad en la marcha.
– Dificultad para lograr una extensión completa.
El diagnóstico de certeza lo hará el traumatólogo, quien se valdrá de una detallada anamnesis, un examen pormenorizado de la articulación y de estudios complementarios tales como la radiografía y la resonancia. Todo en conjunto, es importante para lograr un buen diagnóstico.
Quiero hacer hincapié en que la resonancia magnética no capta todas las lesiones meniscales, hay ángulos que son difíciles de visualizar con este estudio, que además es estático ante una articulación que tiene un amplio movimiento. Esto resulta en un problema no menor, ya que cientos de pacientes, que por su cuenta tomaron el informe negativo del estudio como un veredicto inapelable, se quedan tranquilos, pero con una molestia en la rodilla que no saben a qué atribuir.
El problema es que la ruptura meniscal no es inocua, y con el correr del tiempo, puede provocar un daño irreparable en el cartílago articular o hialino. Si dejamos que esto ocurra, aparecerá en la radiografía un contacto o choque de un hueso con el otro, denominándose pinzamiento, que no es ni más ni menos que artrosis.
Cuando el diagnóstico de ruptura meniscal es dudoso por no tener signos y síntomas claros, con una resonancia magnética negativa, lo recomendable es dar un tiempo prudencial de espera controlada, y de persistir los síntomas, realizar una artroscopia. Esto es un método microquirúrgico capaz de visualizar directamente el interior de la articulación y realizar una reparación meniscal, si es que se encontrara lesionado, dando una solución definitiva al problema.
