Lesiones tendinosas en el deportista
Dr. Martin Turco. Especialista en Ortopedia y Traumatología. Medicina del Deporte. Sanatorio Parque.
Tratamiento conservador ortopédico, terapias biológicas y abordaje quirúrgico.
En el mundo del deporte, las lesiones de los tendones son muy frecuentes. Teniendo en cuenta que la gravedad de las lesiones en el deporte se miden considerando la cantidad de horas de entrenamiento o competencia que el deportista se pierde de realizar, esta patología tiene un gran impacto, equiparándose a otras lesiones graves, traumáticas, que pueden desarrollar en su práctica.
El tendón es la prolongación terminal del músculo (Unión MioTendinosa) que se ancla en el hueso (Entesis), distribuyendo la fuerza entre estas estructuras. Presenta poca capacidad de elongación, es así que fuerzas de tensión que superen el 4% ya podrían comenzar a generar cambios en el mismo.
Los más frecuentemente afectados son el tendón de Aquiles y Rotuliano en el miembro inferior, los Epicondileos en codo y el Manguito rotador del hombro, entre los del miembro superior.
La forma de producción es la misma que para todas las lesiones deportivas. Sobre factores intrínsecos, predisponentes, propios del deportista, se genera un deportista susceptible, en el que finalmente se suman factores extrínsecos, desencadenantes del entorno del mismo.
Entre los primeros podemos citar alteraciones de la pisada, rango movilidad articular, desejes en miembros inferiores, entre otros.
Con respecto a los externos, el tipo de calzado, la superficie de juego, los errores de entrenamiento y en pocos casos, patologías sistémicas como hipercolesterolemia, aumento del acido úrico, y farmacológicas, como algunos esteroides, antibióticos y estatinas.
Todo este proceso desencadena una alteración en el normal funcionamiento del tendón, cambios en sus procesos vasculares y alteraciones en su histoarquitectura.
Estos cambios son el sustrato fisiopatologico. Un tendón que sufre un proceso degenerativo, de desgaste, cambios adaptativos y estímulo de receptores de dolor. Por eso es que hablamos de Tendinosis (proceso degenerativo) y no de Tendinitis (proceso inflamatorio).
SINTOMAS
En cuanto a la sintomatología, el dolor es el síntoma cardinal. Puede ser espontáneo o provocado sobre el tendón y los músculos con que contacta, como así también sobre el hueso en que inserta.
La restricción de la acción del mismo varía desde el mínimo hasta una importante impotencia funcional, con disminución del rango articular.
El diagnóstico se realiza con la clínica descripta apoyada en métodos auxiliares como la ecografía, resonancia magnética, y en ocasiones con un laboratorio sanguíneo.
REGENERAR EL TENDÓN
El tratamiento comienza luego del diagnostico. El objetivo principal es regenerar (reparar) el tendón lesionado.
A continuación, explicaremos las distintas opciones:
1) CONSERVADOR. ORTOPEDICO.
Se realiza la estratificación de los factores predisponentes y desencadenantes. El objetivo es individualizar y focalizar sobre la prevención, detectando y neutralizando los factores predisponentes y corrigiendo los factores desencadenantes. Para esto se recomienda el uso de un calzado adecuado, plantillas, ortesis, vendajes e implementos deportivos.
También se apunta a mejorar el gesto deportivo, organizando cargas de entrenamiento, considerando la actividad, competencias, temporada, nutrición y recuperación.
Otro de los objetivos es potenciar la movilización articular con la liberación miofascial, estabilización del CORE (núcleo Lumbopélvico femoral), fuerza muscular, popioceptivo, coordinativo y flexibilidad.
Todas estas medidas puede ser desarrolladas con la participación de kinesiólogos, fisiatras osteópatas.
2) TERAPIAS BIOLOGICAS
Estas se sustentan en la intención de colaborar con la cicatrización normal del cuerpo, acelerando el proceso o modelando la misma.
En la actualidad uno de los tratamientos más realizados es la terapia con PLASMA RICO EN PLAQUETAS (PRP). La reparacion se realiza por etapas, simultáneas y entrelazadas: Inflamatorio, fibrótico y de remodelación.
Es una técnica mediante la cual se introduce, en el sitio lesionado, una fracción de la sangre del propio paciente, es decir AUTOLOGA, la cual es rica en FACTORES DE CRECIMIENTO, con el potencial de estimular los mecanismos naturales de cicatrización del tejido.
Para su realización, se cita al paciente con el servicio de Hemoterapia, donde se evalúa una muestra de sangre del paciente, y si es apta (que tiene las plaquetas normales), se centrifuga, se separa la parte del Plasma rico en plaquetas, donde se encuentran los factores y esto último es lo que se le inyecta.
Es una técnica ambulatoria, que prácticamente no tiene contraindicaciones. No se necesita reposo y la actividad deportiva se retoma rápidamente dependiendo del sitio de lesión, características de la misma y deporte realizado.
3) TRATAMIENTO QUIRURGICO.
Eventualmente, en casos muy excepcionales, el tratamiento conservador no puede conseguir resultados deseados y debe recurrir a una intervención quirúrgica.