Un enfoque Ecológico del Parkinson
Dr. Tomás de la Riestra. Jefe Unidad de Parkinson y Movimientos Anormales. Gonzalo Castro. Coordinador de rehabilitación. INECO Neurociencias Oroño –
Los tratamientos actuales permiten a los pacientes tener una esperanza de vida cada vez mayor
La enfermedad de Parkinson (EP) idiopática es la segunda enfermedad neuro-degenerativa más frecuente en el mundo, luego del Alzheimer. Fue descripta por primera vez por Sir James Parkinson en 1817, en su tratado “parálisis agitante”, pero debimos esperar más de 50 años para que recién sea concebida como entidad propia por el Prof. Jean-Martin Charcot.
Durante la misma se produce una degeneración progresiva del sistema nervioso central, afectando principalmente células dopaminérgicas, las cuales, entre otras funciones, son las encargadas de controlar los movimientos. Estas neuronas especializadas se encuentran ubicadas en la sustancia negra, estructura que forma parte de los ganglios basales del cerebro.
Los primeros signos aparecen hacia los 55 y 65 años de edad. Se estima que sólo un 3% de los pacientes con Parkinson comienzan antes de los 40 años, como forma temprana de la enfermedad.
En los países industrializados, hay una prevalencia de alrededor del 1-2% en personas mayores de 60 años, pudiendo superar el 3% en la población mayor de 80 años. Debido al progresivo envejecimiento de la población, se espera que en las próximas décadas se duplique el número de pacientes afectados.
Como ya mencionamos, la evolución de la enfermedad es lenta y progresiva. Aunque ya se cuenta con métodos de neuroimágenes funcionales, aún el diagnóstico es clínico, bajo una comprensión y recabación exhaustiva de la evolución de los síntomas.
Estos síntomas o manifestaciones motoras y no motoras, sumado a un detallado examen físico neurológico determinan el diagnóstico. A la fecha, no existen aún métodos o marcadores biológicos que confirmen la Enfermedad de Parkinson. Es así que sus manifestaciones toman un rol tan importante.
SÍNTOMAS MOTORES Y SÍNTOMAS NO MOTORES
Motores
- Lentitud en el movimiento (bradicinesia)
- Rigidez
- Temblor de reposo
Otros síntomas motores:
- Marcha lenta, pequeños pasos
- Disminución del braceo al caminar
- Postura en flexión del tronco
- Episodios de “congelamiento” (freezing)
- Disminución de la expresión facial
- Escritura pequeña (micrografía)
- Dificultad para girar en la cama
- Dificultad para incorporarse de una silla
No motores
- Disminución del sentido del olfato
- Bajo volumen de la voz (hipofonía)
- Cambios en el humor y el ánimo
- Fatiga, dolor
- Disminución de algunas capacidades intelectuales
- Constipación
- Problemas urinarios
- Trastornos del sueño
- Aumento de la sudoración
- Salivación excesiva
- Cambios de la presión arterial con los cambios posturales
Una vez diagnosticado el cuadro hay que tener en claro y seguro que los tratamientos actuales permiten a los pacientes tener una esperanza de vida no muy distinta a la de la población general.
Suele reconocerse como una enfermedad de larga duración y, en muchos países, los sistemas de seguridad social se hacen cargo al 100% de ella.
ENFOQUE ECOLOGICO
Para lograr esta buena evolución de la enfermedad, hoy se explica y se aplica un modo ecológico de tratamiento, en el cual se manifiesta justamente el arte de la profesión médica, donde el mismo es a la medida de cada paciente y de su etapa evolutiva.
Es así entonces que la Enfermedad de Parkinson debe ser tratada en forma individualizada y en equipos multidisciplinares, ofreciendo al paciente un tratamiento tanto farmacológico (medicamentos), como no farmacológico (terapias).
Además, será importante el control periódico en el consultorio para evaluar la aparición de nuevos síntomas o evolución de los previos. Estando atentos al momento correcto para evaluar la implementación de terapias por neuromodulación o de infusión continua.
El tratamiento farmacológico cuenta con varios tipos de drogas y el esquema del mismo, como venimos mencionando, será propio de cada individuo. Hasta la fecha, la medicación estrella continúa siendo la levodopa, la cual lamentablemente luego de varios años de uso suele traer complicaciones. Más allá de esto, su beneficio a la calidad de vida de los pacientes es muy significativo.
El tratamiento no farmacológico reúne a varias disciplinas como:
- Fonoaudiología
- Terapia ocupacional
- Neuro-kinesiología
- Musicoterapia y terapias basadas en las artes
- Neuro-psicología
- Cardiología
- Nutrición
- Clínica Médica
- Psicoterapia
- Neuro-psiquiatría
Neurocirugía Funcional
Existe un pequeño grupo de pacientes que, por sus características y evolución, se ven beneficiados por un tratamiento con neurocirugía funcional. Con esto nos referimos a la estimulación cerebral profunda, terapéutica que requiere de evaluaciones multidisciplinares (neurología, neuro-psiquiatria, neuro-psicología y neuro-cirugía) que reúnen los estándares de protocolos internacionales. .
Apoyados en importantes estudios y avances constantes en el campo de las neurociencias es que hoy alentamos a pacientes, familiares y allegados a mantener una consulta médica, para brindar las herramientas que ayuden a tener una mejor calidad de vida, el mayor tiempo posible. Siendo cada paciente único, será importante que la sociedad general y la comunidad médica trabajemos juntos para desenmascarar los distintos estigmas que viven en torno a la enfermedad de Parkinson.