Dejar de fumar: la mejor forma de cuidar la salud
Cristina Paz- Psicóloga. Tratamiento Antitabaco Grupo Oroño
Principales preguntas que se formulan los pacientes que quieren dejar el tabaco.
Dejar de fumar es la mejor forma de prevención de muchísimas enfermedades graves, dolientes e incapacitantes que conllevan perjuicios y dolor tanto para el fumador, como así también para su entorno familiar y social.
Son múltiples los beneficios y no existen prácticamente contraindicaciones para emprender este proyecto. A algunos puede resultarle más fácil, a otros más difícil, puede llevar más de un intento, pero siempre es posible.
La mayoría de los fumadores quiere dejar de fumar, pero existen prejuicios que hacen que se desestime ponerse en acción. Es por ello que bien vale la pena analizarlos, ya que los mismos paralizan y obstruyen una posibilidad cierta de curación.
A continuación mencionaré algunos en forma de pregunta:
¿Hay que esperar muchos años para obtener mejorías al dejar de fumar?
En general la gente piensa que debe invertir tiempos y esfuerzos en la tarea del abandono del cigarrillo para ver los resultados dentro de décadas. Esta idea es errónea ya que las ventajas son inmediatas y rápidas.
A modo de ejemplo se considera que a los 20 minutos de haber dejado de fumar se produce una normalización del pulso y de la presión arterial.
Aproximadamente al mes se respira mejor, disminuye el cansancio y la agitación en las tareas diarias, favorece el dormir, desaparecen síntomas molestos, percibiendo una mejoría significativa en el estado general con el fortalecimiento a nivel psíquico que conlleva superar una dependencia.
Aún aquellas personas que desarrollaron alguna patología orgánica se favorecen, ya que el fumar perjudica cualquier tratamiento médico que se esté efectuando y además, disminuye los efectos medicamentosos.
El tabaquismo acarrea un sufrimiento psicológico importante, ya que el fumador convive con ideas tortuosas acerca de las enfermedades que puede estar provocándose a sí mismo o a sus seres queridos como fumadores pasivos. Es por ello que, al liberarse de esta adicción experimenta un enorme alivio que se traduce en sensación de felicidad.
¿Al dejar de fumar se engorda?
No necesariamente. Es posible hacerlo sin que se produzca un aumento de peso significativo si se trata este tema desde el mismo inicio del proceso de abandono; promoviendo comenzar o aumentar la actividad física, acorde a la edad y posibilidades de cada paciente para compensar el gasto calórico que produce el fumar.
La actividad física también ayuda a subsanar los cambios químicos a nivel cerebral que genera el síndrome de abstinencia; es una descarga motriz de la ansiedad y una forma de ver plasmada en forma concreta los beneficios en el rendimiento que entusiasma.
Paralelamente, es conveniente llevar un control alimentario tendiente a lograr una organización saludable de la alimentación, con la elección adecuada de comidas bajas en calorías y ricas en fibras, evitando tanto el aumento de peso como la constipación (otro síntoma que puede aparecer en el síndrome de abstinencia).
¿Qué es el síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia es un conjunto de síntomas que aparecen al disminuir ó suspender el uso de una droga, debido a que tanto el organismo como el psiquismo deben acostumbrarse a funcionar sin ella.
En el caso del cigarrillo la duración de los mismos es breve, aproximadamente de 4 a 6 semanas (con mayor intensidad en la 1era semana, luego van disminuyendo tanto en frecuencia como en intensidad).
Algunos como el aumento del apetito y la falta de concentración, pueden prolongarse por más tiempo.
Existen formas de aliviarlos, a través de distintas estrategias conductuales, así como también con medicación o sustitutos nicotínicos, en el caso de ser necesario.
Al mismo tiempo, la persona va sintiendo las mejorías inherentes a haber dejado de fumar, lo que sirve como motivación. El temor que tiene el fumador es quedar eternizado en ese estado. No es así, el mencionado síndrome tiene una duración limitada y termina. Luego, se experimenta notables beneficios en el organismo y en el ánimo; con satisfacción, alegría, confort, orgullo.
Si hay sintomatología que se prolonga más allá de este período no puede ya atribuírsele al síndrome de abstinencia, debiendo entonces buscar las verdaderas causas del problema en cuestión.
¿Cuál es el momento ideal para dejar de fumar?
El momento ideal no existe, ya que cualquier fumador debe hacer esta tarea mientras desarrolla sus rutinas cotidianas, que incluyen enfrentarse con problemas, dificultades, stress; aprendiendo a afrontarlos sin el tabaco, apelando a otras herramientas útiles y constructivas.
El fumador es un postergador crónico, en general no va a encontrar nunca la circunstancia precisa. Esa demora hace que se vayan sumando las complicaciones. Es por ello que, cuando tiene algún estímulo por mínimo que sea, debe aprovecharlo y ponerse en acción para la cesación tabáquica.
¿Es muy difícil dejar de fumar?
El abandono de la adicción a la nicotina tiene un grado de dificultad variable que depende de factores bio psico sociales que difieren de un individuo a otro.
Los tratamientos actuales más efectivos se denominan de ataque múltiple. Esto quiere decir que se utilizan múltiples recursos científicamente avalados para tratar el tabaquismo y sus aspectos relacionados, en un abordaje interdisciplinario.
Se emplea la información y asesoramiento profesional, estrategias psicológicas específicas, técnicas de respiración y relajación para el control de las ansias, la organización de una red social de apoyo; como así también sustitutos nicotínico y medicación (en el caso de ser necesario con la evaluación médica pertinente) para facilitarle la tarea al paciente y minimizar los posibles inconvenientes; a la vez que se promueve mejorar la calidad de vida en general.
Es un emprendimiento óptimo en pos del beneficio propio, de la familia y de la sociedad en su conjunto.