El ataque de pánico como amenaza al proyecto de vida
Psic. Juan José Montemagno - Psic. Guillermo Alberto Adad
Los síntomas son percibidos física y emocionalmente como reales y se presentan como una “crisis vital”
“Intempestivamente el miedo empezó a invadirme sin causa aparente, mi corazón latía muy fuerte como si me fuera a explotar, sentí una opresión en el pecho, ganas de llorar, sensación de que algo malo e inminente me iba a ocurrir y no lo iba a poder evitar y cada vez se me dificultaba más poder respirar, no sabía que me estaba pasando y no quería ni decirlo por vergüenza”,esto cuenta Silvana en su primera entrevista psicológica.
El ataque de pánico es definido como un “Episodio agudo de ansiedad caracterizado por tensión emotiva y terror intolerable que obstaculiza una adecuada organización del pensamiento y de la acción”
En los ataques de pánico la persona experimenta y sufre de manera intensa distintos síntoma. Según el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) éstos son: palpitaciones, sudoración, miedo a morir, a desmayarse, a perder el control o a volverse loco, dolor en el pecho, mareos, temblores, sensaciones de frío o calor, ahogos, náuseas, debilidad y sensación de irrealidad, entumecimiento de extremidades, sensación de hormigueo, sensación de atragantamiento. Esta sintomatología se presenta en cada paciente en forma particular de acuerdo a su personalidad
Los síntomas son percibidos física y emocionalmente, en el tránsito de un ataque de pánico, como reales y se presentan como una “crisis vital”. Dichos síntomas no provienen de objetos reales, proceden de la nada misma, según lo que expresan los pacientes en el consultorio.
El ataque de pánico es definido como un “Episodio agudo de ansiedad caracterizado por tensión emotiva y terror intolerable que obstaculiza una adecuada organización del pensamiento y de la acción”
El mayor obstáculo que encontraban los pacientes con trastorno de pánico es obtener un diagnóstico adecuado. Antiguamente esta sintomatología no era diagnosticada como ataque de pánico, por tal motivo los pacientes eran remitidos a la guardia de los hospitales y sometidos a estudios sin encontrarle una causa orgánica a su padecimiento físico. Hoy, afortunadamente, con una escucha adecuada podemos llegar a un diagnostico preciso y acertado, que nos lleva a entender que es una crisis subjetiva y que en este padecimiento nada tiene que ver lo biológico.
Nuestra experiencia nos muestra que es posible revertir gradualmente los síntomas que perturban e impiden a los pacientes desarrollarse adecuadamente en los distintos ámbitos en los que interactúa, como el afectivo, laboral y social.
Consideramos como una terapéutica adecuada la que trabaje en forma interdisciplinaria, entendiendo la interdisciplina como el abordaje desde distintas saberes sobre una misma problemática.
En este tipo de trastorno, está indicado solicitar la atención profesional adecuada, de lo contrario los síntomas habitualmente se agudizan con el transcurrir del tiempo, provocando la generalización de los síntomas hacia la totalidad de la cotidianidad de la persona que la padece.
Desde el campo de la psicología, planteamos como objetivo terapéutico acompañar al paciente a pensar en desestimar la idea de que esa agresión que sufre proviene desde el exterior. Aceptar que lo que pasa tiene que ver con él mismo, que es él el que produce esos síntomas como una estrategia defensiva inconsciente para mantener su equilibrio psíquico interior.