¿Es posible comer lo que nos gusta sin engordar?
El sobrepeso se corrige con una dieta inteligente, variada y sin restricciones.
Disfrutar una buena mesa o juntarnos a comer con nuestros afectos, forman parte de los placeres de nuestra vida, a los que no estamos dispuestos a renunciar. La duda que surge es: ¿es posible comer lo que nos gusta sin engordar? La respuesta es sí.
El sobrepeso es un estado temporal que afecta nuestra libertad. Nos sentimos incómodos, cansados y sin energías para emprender actividades que nos gustan. Incluso, dejamos de participar en aquellas que nos exponen físicamente, y de otras que pueden ser más placenteras, como viajar y conocer lugares, por las molestias que nos ocasiona el sobrepeso.
Más aún, ni siquiera a nivel alimentario somos libres. Comemos lo mismo, de manera repetitiva y excesiva, sin variedad. Vamos dejando de lado en nuestra dieta la variedad de alimentos y perdemos el equilibrio.
Salir de ese estado de sobrepeso es recuperar la autonomía perdida.
Planificar nuestra alimentación
- ¿Qué elijo comer?
- ¿Cuánto quiero comer?
- ¿En qué momento?
- ¿Con quién?
Estas son preguntas clave que ponen en marcha el deseo de sentirnos mejor.
Entonces, tenemos que planificar y decidir con anterioridad. ¿De qué manera? Veamos algunas soluciones prácticas:
a) Si sabemos que una comida es muy tentadora y nos costará encontrar el límite, podemos consumirla fuera de casa, para asegurarnos una porción adecuada.
b) Si tenemos una reunión en la cual habrá mucha comida y bebida, nos servirnos una porción de lo que más nos gusta en el centro del plato, y acompañamos las bebidas alcohólicas con agua o gaseosas.
c) En el restaurante, le devolvemos al mozo la panera, sin dudarlo.
Además, podemos incorporar en nuestra vida diaria pequeñas acciones que nos ayudan a enfrentar cada situación, para estar cómodos y seguros de que hicimos lo mejor para resolver la tensión entre lo que quiero y lo que hago.
Deseo y acción mantienen el eje de las elecciones diarias para sostener una alimentación que nos guste sin engordar, porque el sobrepeso se corrige con una dieta inteligente, variada y sin restricciones. Lejos de la prohibición, planteamos que la dieta debe estar en equilibrio entre lo que queremos comer y la mejor manera de hacerlo; porque la expectativa de no poder satisfacer un impulso sobre aquello que nos gusta, solo aumenta más el deseo de consumirlo y peligra el límite saludable.
Para comer sin engordar, debemos fijarnos una meta alcanzable y guiarnos por un deseo que habilite acciones concretas hacia el logro del estilo de vida buscado.