Ilustrarse el cuerpo: Tatuajes y piercings
Psic. Juan José Montemagno - Psic. Guillermo Alberto Adad
¿Por qué hay personas que se tatúan y otros ni siquiera se plantean hacerlo? ¿Son personas distintas a los demás? ¿Son más conflictivas? ¿Los tatuajes y piercings son autolesiones?
A través del tatuaje se busca la creación de una nueva identidad, se construye un personaje, se promueve un nuevo nombre, una marca que cubre o completa la identidad primaria del sujeto.
A lo largo de la historia, el ser humano se ha valido de distintos artilugios en la creación de su cuerpo para llevarlo por el mundo.
Tatuar el cuerpo se remonta a la antigüedad e incluso en momias se han encontrado tatuages. En algunas culturas, en las mujeres estaba relacionado con la belleza. En el hombre, el tatuaje funcionaba como “marca o signo” de virilidad. En la Edad Media, el tatuaje cumplía la función de marcar tanto el honor, como el deshonor y también su lugar de origen.
El origen del término “tattoo” se remonta al siglo XVIII, siendo ésta una derivación de la palabra tahitiana tatua, que se puede traducir como golpear.
En la actualidad, los jóvenes se diferencian por sus preferencias musicales, el modo de vestirse, donde los tatuajes son entendidos como ropaje que cubre el cuerpo, como un accesorio. El tatuaje cual marca tribal identifica a una etnia determinada y es un signo de integración grupal. Y allí podemos ubicar también la tendencia moderna a los tatuajes y los piercing.
El significado del tatuaje en la tatuaje en la actualidad
Hoy cabe preguntarse: ¿el tatuaje responde a una moda? ¿Cuál es la razón de que un joven se tatué parte de su cuerpo?, ¿Qué es lo que nos quieren dejar ver?, ¿Qué nos quieren decir por fuera del lenguaje?
Podríamos pensar que la moda de “Ilustrase el cuerpo” por medio de tatuajes y piercings obedece a lo que denominaríamos como un mecanismo de “contagio de época”, que se explica por la necesidad de identificarse y de pertenecer a grupos sociales y/o tribus urbanas.
En este sentido, los tatuajes evidencian lo que es imposible para el sujeto que lo porta expresar con palabras. Lo que no puede inscribir o significar simbólicamente, lo inscribe en su cuerpo.
El cuerpo expresa emociones. Si el individuo siente vergüenza, su piel se sonroja; si está nervioso, su piel transpira. Esto delata lo que sentimos en un lenguaje no verbal. En este sentido podemos pensar a los tatuajes como marcas que ponen en evidencia aquello que no puede ser expresado en palabras.
Podemos pensar a los tatuajes como marcas que ponen en evidencia aquello que no puede ser expresado en palabras.
Estas inscripciones no se realizan sobre un papel en blanco sino sobre un cuerpo sexuado, donde la elección de zona del cuerpo elegida para esta inscripción no es ingenua. Las marcas sobre este cuerpo sexuado se inscriben, por una parte, en el sentido de pertenencia a un grupo y por la otra parte, una cualidad erótica.
Siguiendo esta lógica, entendemos al tatuaje como una marca que identifica al sujeto, que le permite un anclaje en la realidad perdurando en el tiempo.
En relación a los piercings, creemos que no existe diferencia con los tatuajes, más que el hecho que en ese agujerear de la piel, se coloca un objeto en vez de tinta.
A modo de conclusión, consideramos que algunos de los motivos posibles por lo que las personas Ilustran sus cuerpos, a través de tatuajes o piercings, es sentirse más bellas, mejorar su autoestima, como efecto de catarsis, para perpetuar un recuerdo, como elemento de seducción, por motivos de fé o espirituales y como forma de expresar su individualidad o rebeldía. En relación a los adolescentes indica la culminación de una etapa, y el inicio de la adultez donde ahora él puede decidir realizarse o no un tatuaje.