“La ballena azul”: el impacto de un juego macabro

Un fenómeno de las redes sociales que pone en riesgo la vida de los más jóvenes

El juego que se dio a conocer en las redes sociales "La ballena azul" ha causado gran impacto en la sociedad, preocupando a los adultos y a las autoridades sanitarias, ya que evidencia un tema vedado como es el suicidio adolescente y su posible efecto contagio 

Este juego también causa polémica entre los jóvenes y adolescentes, ya que el mismo los estimula a realizar acciones o actos que atentan contra su integridad física/mental. 

El juego de la Ballena Azul, tiene su origen en Rusia, fue creado por un estudiante de psicología, Philipp Budeikin de 21 años, quien fue detenido el 15 de noviembre de 2016 en la cárcel de San Petersburgo por este “experimento”. Los medios de ese país publicaban noticias sobre una masiva ola de suicidios adolescentes. Esta práctica se extendió rápidamente, cruzando fronteras, culturas e idiomas debido a que en la adolescencia se vive en una cultura hiperconectado que hace desaparecer las barreras idiomáticas, culturales y geográfica.

Las investigaciones posteriores sobre estas muertes demostraron que estaban vinculadas a la red social, similar a Facebook. En estas redes sociales se creaban grupos anónimos, en los que se integraban cientos de jóvenes para participar del el reto de la ballena azul. El nombre provendría de la decisión que toman esos animales de encallar en las playas para morir. 

Las reglas de un juego macabro

Los jóvenes y adolescentes son guiados para superar una prueba por día durante cincuenta días. Para ello cuentan con "tutores en línea", que utilizan perfiles falsos en Facebook. La función de estos tutores es repartir los mensajes con los determinados desafíos a cumplir por los participantes. Algunas del mismo obligan a los jóvenes a despertarse a las 4:20 h. de la madrugada y mirar videos de terror, cortarse el brazo con una navaja o acercarse al borde de un precipicio o de puentes. La última y liberadora demostración consiste en suicidarse al saltar desde un edificio o puente.

Si bien los participantes no tienen relación con estos "tutores", una vez que cumplen cada prueba deben enviar fotografías que demuestren que ha cumplido con la prueba. 

Resulta llamativo que, hasta el momento, no se haya retirado de las redes sociales la información sobre este juego suicida. Y la misma se encuentra al alcance de cualquier joven o adolescente que intente participar. Presuponemos que hasta al momento no existe regulación sobre el acceso a estos contenidos.

Las razones del suicidio en los más jóvenes.

El suicidio adolescente es un tema que preocupa a la sociedad en su conjunto; es difícil entender qué pasa por la cabeza de un joven que piensa en esta posibilidad como único destino posible. El éxito de la controversial serie de Netflix “13 ReasonsWhy” nos acerca a ese mundo y pone en evidencia la actualidad de esta problemática.

Podemos pensar que estas organizaciones funcionan a modo de sectas, creemos poder fundamentar que los jóvenes que ingresan a estos grupos que son creados para un fin específico, en este caso el suicidio, ya traen consigo una historia familiar que determina la necesidad de pertenecerá un grupo, y en algunos casos pueden ser jóvenes depresivos. Estas sectas le ofrecen al adolescente contención en un primer momento y finalmente termina extorsionándolo hasta llegar a cumplir con su objetivo, el suicidio. También es cierto, que el mayor porcentaje de los adolescentes que ingresan al juego de “La Ballena Azul” lo hacen por una simple curiosidad, abandonando el juego inmediatamente y no muestran una tendencia al suicidio.

La adolescencia es una etapa de la vida donde se busca construir la propia identidad. Es un período de duelo debido a la metamorfosis que sufre el cuerpo, y también es una etapa donde los conflictos vinculares se agravan. En la actualidad, la construcción de identidad del adolescente está íntimamente ligada a Internet ya que es un espacio donde puede relacionarse con personas de distintas culturas, identificándose con éstas, ayudando a la formación de su propia identidad.

Los adolescentes están permanentemente jugando con el tema de la vida y la muerte, desafían a su entorno como una defensa ante la etapa de vulnerabilidad que está transitando.

El rol de los adultos

A modo de prevención la comunicación, entre padres e hijos, es fundamental. Es necesario encontrar momentos de intercambio con los jóvenes donde el adulto se interese por saber cómo están, cómo se sienten, conocer sus necesidades, su entorno y sus relaciones sociales.

También es necesario poder trasmitirles a los jóvenes, sobre las implicancias de la vida cotidiana adulta, dificultades y logros para ayudar a un mejor entendimiento global de la realidad en la que viven.

Motivar la pertenencia a un grupo social, como por ejemplo, clubes, grupo de teatro, actividades deportivas, cultural, etc., ayuda a evitar el sentimiento de exclusión, aislamiento, segregación, inferioridad o soledad, es una herramienta que fortaleza nuestro sentido de pertenencia y aumentando nuestra autoestima.

Según la filósofa SimoneWeil, “todo ser humano tiene la necesidad de contar con raíces”, y señalaque “casi la totalidad de la vida moral, intelectual y espiritual de una persona se alcanza a través de los entornos de los que se ha sentido parte a lo largo de la vida. En efecto, sentirnos parte de un todo más grande, nos libera de la soledad y nos hace sentir más seguros frente a los desafíos de la vida.

Este sentimiento de pertenencia, mucho más allá del mero hecho de integrar un grupo, implica toda una identificación personal, la generación de vínculos afectivos, la adopción de normas y hábitos compartidos, y un sentimiento de solidaridad para con el resto de los miembros. De hecho, cuanto mayor es la identificación que logramos, mayor es también la tendencia a adoptar los patrones característicos del grupo.

Esta increíble fuerza cohesiva es temprana en nuestro desarrollo y suele alcanzarse desde los primeros círculos de pertenencia, como la familia, los compañeros de curso, el grupo de amigos de adolescencia, nuestro pueblo de origen, o la religión con la que nos identificamos”

A modo de conclusión, hablar de prevención, en estos casos, es hablar de la construcción de una identidad sólida en los adolescentes, tanto en el mundo real como en el virtual. Debemos entender que la identidad virtual no es más que una adaptación del sujeto a las nuevas circunstancias del contexto, la red, las redes sociales, las comunicaciones virtuales que marcan sus propias normas. Mientras que la identidad real depende de agentes sociales, culturales, físicos, psicológicos, etc.