Obesidad: El cuerpo responde.
ELVA GAUNA. Psicóloga - Integrante de ACAAD CORPUS
Lo no dicho nos lleva a comer sin limites.
“El psicoanálisis muestra una avanzada de la civilización sobre la barbarie, restaura la idea de que el hombre es libre en lo que respecta a sus palabras y de que su destino no está limitado a su ser biológico. Tampoco reduce el pensamiento a una neurona, ni confunde el deseo a una secreción química”. Esta frase pertenece a Elizabeth Rudinesco, del libro “Por qué el Psiconoanálisis”.
La obesidad, según LA OMS (Organización Mundial de la Salud) es una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que puede ser perjudicial para la salud.
Desde el punto de vista de quienes abordan estas problemáticas, puede ser considerada como un síntoma, como una enfermedad o como un trastorno.
Particularmente, considero que es un síntoma que está taponando otro, el verdadero, el real malestar de cada persona que está comprometida con el sobrepeso.
Cada malestar está condicionado por la historia de cada quién, mandatos familiares, experiencias infantiles, proyectos ajenos, que han marcado por alguna razón “inconsciente”, el diario vivir, la cotidianeidad de las personas que la padecen.
Consideramos que abordar este síntoma compromete a varias disciplinas, ya que no hay solo una causa que genera el sobrepeso, por lo que el abordaje integral nos genera otras expectativas para su tratamiento y una creencia en su cura.
Desde el psicoanálisis la obesidad esconde el verdadero malestar de cada persona: la voracidad. Que acude a expresar, a tramitar lo no dicho, aquello que en pos de un menor sufrimiento psíquico ha tomado esta vía para manifestarse, para resolver en mal lugar el conflicto no expresado por vía de la palabra, como debiera ser .
Podemos reflexionar que con la boca se come, con la boca se habla. El no “poder parar” como dicen algunos pacientes, la falta de límites que se padecen, vienen a colaborar con esta causa: tapar, no afrontar, no duelar aquello que nos compromete desde otro lugar. Eso lleva a no poder dejar de comer sin límites.
El abordaje integral nos reenvía hacia una esperanzada resolución de esta problemática. La medicina, la nutrición, el entrenamiento personal, la psicología, el psicoanálisis, la kinesiología colaboran en el abordaje.
