Acerca de la muerte en una fiesta electrónica
Dr. Gustavo de Vega. Psiquiatra - Director AVCD. (Centro de Salud Mental. Rehabilitación de adicciones)
El impacto de las drogas legales o ilegales siempre deja una impronta de vulnerabilidad en quien las consume
Son muchas las muertes en fiestas electrónicas durante los últimos años….aunque también suceden tragedias parecidas todos los fines de semana por la ingesta de alcohol y demás “yerbas”, involucrando a los jóvenes tanto en riñas y violencia callejera como en siniestros viales.
Las cifras de alcoholemias positivas siguen siendo significativas, evidenciando la peligrosa costumbre de conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Seguramente no será sorpresa que las narcolemias positivas también proyecten cifras alarmantes.
Debemos comenzar a cuantificar y dimensionar las graves complicaciones por los efectos del atracón psicotóxico de los fines de semana.
Al consumo psicodélico del siglo XX debemos verlo en contraste respecto al vértigo del siglo XXI, ya que durante los últimos 20 años se han producido nuevas modalidades de consumo así como nuevas drogas estimulantes, llamadas “de diseño” porque son fabricadas en pequeños laboratorios caseros, de manera cambiante en su estructura química cada semana, con potencia y duración desconocidos hasta hace pocos años. Se “diseñan” drogas “a medida” según el efecto que se propone lograr relacionado con el ambiente, las luces y música psicodélica.
Se “diseñan” drogas “a medida” según el efecto que se propone lograr relacionado con el ambiente, las luces y música psicodélica
Quienes consumen drogas actualmente van dejando muy lejos aquella imagen del adicto marginal que, aunque persiste en algunos rincones de algunas ciudades, ha sido fuertemente superada por las “multitudinarias fiestas y las previas” donde prevalece el consumo confusamente llamando “recreativo, social o responsable” de miles de jóvenes y adultos que durante los días de semana realizan sus actividades académicas y laborales, muchos de ellos practicando diversos deportes y actividades físicas.
Especialmente conocen las consecuencias del “atracón psicotoxico” por consumo durante el fin de semana de drogas legales o ilegales, quienes realizan su trabajo en guardias hospitalarias y sanatoriales, en los servicios de urgencias y emergencias tanto públicos como privados. Estos profesionales reciben una demanda permanente y cada vez más compleja por el poli consumo y la violencia callejera.
El consumo de drogas siempre causa daños. Algunos serán más evidentes por producir lesiones agudas con el colapso sistémico mortal que involucra trastornos severos a nivel cardio respiratorio, hepático y renal, tal como sucedió en la tragedia de Costa Salguero, aunque otros casos, no menos graves, serán de evolución más lenta hasta generar cronicidad por recaídas cada vez más frecuentes.
Por lo tanto, el impacto de las drogas legales o ilegales siempre deja una impronta de vulnerabilidad en quien las consume. No podemos seguir manejando eufemismos como el “consumo recreativo, responsable y social”. Todos los consumos de drogas son severamente problemáticos aunque algunos daños y complicaciones pasan desapercibidos durante años, hasta que se visibilizan de manera irreversible.
Evidentemente las propuestas desarrolladas durante los últimos 30 años no han permitido anticipar ni contener la problemática del consumo de drogas. Por el contrario, vemos de manera persistente el crecimiento del consumo en edades más precoces, con múltiples y severísimas complicaciones psiquiátricas que hipotecan la salud mental de nuestra comunidad hacia el futuro cercano.
Nuestra responsabilidad como profesionales de la salud mental, dedicados especialmente a la prevención y tratamiento de las adicciones del siglo XXI, nos convoca a manifestarnos ofreciendo nuestra absoluta solidaridad con los jóvenes y las familias que han sufrido semejante pérdida, poniendo especial énfasis en la necesaria articulación de propuestas preventivas hacia el futuro inmediato.
