Los perjuicios del consumo recreativo
Dr. Gustavo de Vega - Médico Psiquiatra - Director de AVCD.
El consumo de drogas, tabaco y alcohol, aunque no sea de manera adictiva, puede provocar serios daños en el cerebro de los más jóvenes.
El consumo de tabaco, alcohol y demás drogas psicoactivas, especialmente en edades precoces, muchas veces desde la niñez y adolescencia, ocasionan severas modificaciones en las estructuras del sistema nervioso central.
Esto significa que el cerebro de los más jóvenes, estando en pleno proceso de crecimiento y desarrollo de todas las estructuras y funciones fundamentales del sujeto humano, queda sometido a impactos cuyas consecuencias son absolutamente impredecibles; aunque sabemos que las modificaciones y alteraciones durante estas épocas repercuten muy negativamente en el desarrollo y funciones de alta complejidad subjetivante del cerebro hacia futuro.
Las áreas anteriores del cerebro que se denominan “áreas ejecutivas prefrontales” son el soporte “hard” que se requiere para el desarrollo de los procesos “soft” que en la infancia y, especialmente, durante toda la adolescencia se instalan y configuran dando lugar a las condiciones de complejizacion suficientes para consolidar aquellas capacidades ejecutivas esenciales para el ingreso y desempeño dentro del “mundo de los adultos”, dígase ámbitos académicos y laborales de competencias incrementales.
La “torre de control” prefrontal requiere de ajustes durante la juventud dentro de un ambiente protectivo, estable, predecible y afectivo como condiciones básicas para que replique estas y otras tantas características saludables que posibiliten la promoción del desarrollo creativo, autónomo e inclusivo del sujeto en tránsito hacia una ciudadanía plena.
El consumo “recreativo” de drogas durante los fines de semana así como la ingesta de bebidas alcohólicas en las “previa” y a manera de “atracón” hipotecan el futuro de los jóvenes aunque no padezcan de compulsiones adictivas especificas, ya que este consumo daña, distorsionando y produciendo una hipofrontalidad irreversible postergando y obstaculizando el desarrollo de las capacidades y habilidades futuras incrementando los factores de riesgo y reduciendo los factores protectivos
