
¿Puede mi mascota tener diabetes?
Dra. Victoria Ríos - M. Veterinaria - Veterinaria Cima
Distintas formas de esta patología, tratamiento y cuidados especiales
La respuesta es tan sencilla como decir sí. Nuestras mascotas, ya sea un perro o un gato pueden tener diabetes, pero lo más importante de esta enfermedad como dueños de mascotas es poder interpretar los cambios que sufren cuando la padecen y así consultar a su veterinario para realizar los estudios pertinentes. De esta manera, de confirmarse la enfermedad, comenzar con su tratamiento.
Para entender un poquito más, voy a hacer una breve síntesis de esta patología, primero separando caninos de felinos:
Tipos de diabetes en caninos:
-Diabetes Mellitus tipo 1: se caracteriza por la destrucción de la células beta del páncreas, que conduce a una deficiencia absoluta de insulina (hormona encargada del ingreso de glucosa a la célula); por lo tanto, los perros afectados por este tipo de diabetes necesitan sí o sí insulina para vivir.
Este tipo de diabetes puede deberse generalmente a defectos congénitos o procesos inmunomediados. Hay razas predispuestas a desarrollar la enfermedad, como ser: Caniche miniatura, Schnauzer, Rotwailer, Bishon frise; y otras de bajo riesgo como Pastor Alemán y Collie.
-Diabetes de otros tipos: Hormonas que producen resistencia a la insulina o secundaria a enfermedades
Tipos de diabetes en Felinos:
-Diabetes mellitus tipo 1: incapacidad del páncreas para producir insulina. Igual a la de caninos.
-Diabetes mellitus tipo 2: es la más común en el gato. En este caso hay una disminución de producción de insulina y además una disminución de la acción de la insulina en los tejidos. Hay factores que favorecen la aparición de este tipo de diabetes en los felinos y son importantes para tener en cuenta: gatos gerontes (mayores a 6 años), gatos machos, la inactividad, la obesidad, la castración como predisponente a la obesidad, las dietas ricas en hidratos de carbono, y las enfermedades crónicas (enfermedad periodontal, pancreatitis).
-Diabetes de otros tipos: por influencia de hormonas (progestágenos, corticoides, hormona de crecimiento). Igual a la de caninos.
Principales Síntomas
En este punto es donde el propietario tiene que prestarle más atención a la mascota y es lo que va a ayudar al veterinario a orientar su diagnóstico
Toman mucha agua: al propietario en algunas ocasiones le llama la atención la cantidad de veces que tiene que llenar el recipiente del agua en el día; o también empiezan a beber de lugares inusuales como ser el inodoro, charcos de agua, etc.
Orinan con mayor frecuencia y más cantidad: esto está relacionado con la gran ingesta de agua. A veces el motivo de consulta es la incontinencia de orina por la noche.
Tienen mayor apetito.
Pierden peso.
Algunos animales pueden presentar sobrepeso
Pelo opaco, quebradizo, seco.
Cataratas: El 60% de los perros pueden presentar cataratas, que pueden conducir a cegueras.
En los gatos otros síntomas pueden ser: apatía, debilidad, vómitos, diarrea, alteraciones en la marcha; hasta neuropatía diabética que se observa mayormente en la patas traseras lo cual les dificulta saltar y adoptan una postura plantígrada característica de la diabetes.
Diagnóstico:
Para el diagnóstico de esta enfermedad es necesario la presencia de los síntomas y realizar métodos complementarios: análisis de sangre, análisis de orina, y en ciertos casos ecografía. Los parámetros normales de glucemia en caninos y felinos son de 60 a 120 mg/dl (en ayuno), esta medición la podemos hacer en el consultorio de manera rápida y sencilla, solo con una gota de sangre. Es importante saber que dependiendo del valor que nos dé y de los síntomas que presente nuestras mascotas, el veterinario decidirá si hay que hospitalizarlo o no. Como así también saber discernir si estamos ante una diabetes mellitus propiamente dicha o una hiperglucemia secundaria, por estrés, preñez, etc.
Tratamiento:
Una vez establecido el diagnóstico se debe comenzar lo antes posible con el tratamiento.
El objetivo del veterinario con el tratamiento es hacer desaparecer los síntomas (que no tome tanta agua, que orine normal, etc); evitar las complicaciones de la enfermedad (cetoacidosis, cataratas, etc) y controlar los factores de riesgo (obesidad, infecciones crónicas, etc).
Dieta y ejercicio.
La dieta para los caninos debe contener poca cantidad de hidratos de carbono, moderada cantidad de fibras, bajo contenido de grasas y ser palatable, para asegurar que el animal lo ingiera sin problemas. Por lo consiguiente, cada ración debe tener aproximadamente los mismos ingredientes e igual contenido calórico, y se debe administrar a las mismas horas todos los días. Se deberían dar entre 3 a 4 raciones diarias.
Nuestras mascotas diabéticas deben hacer ejercicio, debido a que produce un descenso en los niveles de glucosa en sangre. La actividad física en el perro debe ser constante pero moderada, se deben evitar las actividades extenuantes.
La dieta para los felinos debe contener alta cantidad de proteínas y baja en hidratos de carbono. Es muy importante respetar esto en el gato, ya que una adecuada alimentación podría hacernos utilizar menos cantidad de insulina.
Como en el perro, el ejercicio es fundamental en el gato. Aunque incrementar la actividad en los felinos no es tan fácil, sí es posible. Una opción es distribuir la comida en distintas partes de la casa, o colocar dispositivos con comida que obliguen al animal a moverse para obtenerla. Otra manera es incorporar un nuevo gato al hogar, esto es controvertido, ya que a veces la presencia de otro felino puede incrementar los nivel de stress en el animal, pero, por otro lado hay estudios que indican que los gatos que viven sin la compañía de otros de su especie, son menos activos y están más predispuesto a la obesidad y consecuentemente a la diabetes.
Hay que tener en cuenta que hoy en día existen alternativas más cómodas y me atrevería a decir más confiables, que hacer de forma casera la comida a nuestras mascotas. En cualquier veterinaria se puede encontrar alimentos para diabéticos en presentaciones húmedas y secas que nos aportan todos los ingredientes y las proporciones adecuadas a los requerimientos nutricionales que necesitan nuestras mascotas diabéticas.
El correcto uso de la Insulina
Hay distintos tipos de insulina que podemos utilizar: insulina regular, potente y de corta duración. Su veterinario sabrá de acuerdo al cuadro que presenta el animal cuál usar y en que dosis. También le enseñará cómo aplicarla y la frecuencia.
Tips para el mantenimiento de la insulina:
- Se debe mantener en la heladera (no en el congelador).
-No se debe exponer al sol ni al calor.
-No se debe diluir.
-Antes de su administración se debe mover con suavidad, no enérgicamente.
- La parte de la ampolla por donde se introduce la aguja se debe limpiar con alcohol antes de cada extracción.
-La insulina se debe desechar cuando cambia de color, contiene precipitados o ha caducado.
Conclusión
La diabetes es una enfermedad complicada que requiere mucha paciencia y diálogo con el veterinario, el cual le deberá explicar todos los pasos a seguir: el tratamiento, las posibles complicaciones, los controles necesarios. Pero lo importante, más allá de las alteraciones en la vida diaria que puede ser una mascota con diabetes, son nuestros mejores amigos y hay que pensar que se merecen todo nuestro amor y cuidado. Ellos no lo dudarían ni un segundo.